Cuando lo tuvo en frente, Mary Paz no dudó ni un momento en acercarse al gobernador para pedirle que fuera a la casa a conocer a su madre, una mujer que está por cumplir un siglo de vida. Una vez terminado el discurso que había ofrecido a los habitantes del pueblo, Cuauhtémoc Blanco Bravo accedió a ir al domicilio, una vieja construcción de adobe que aún conserva las grietas que se abrieron con el sismo de hace un año.
"Estaba muy emocionada" dice Mary Paz sobre su madre. Eutimia permanece sentada en una silla azul, con la mirada clavada en el suelo y el pensamiento en otra parte. No nos escucha. Para hablar con ella, Mary tiene que acercarse a su oído derecho y decirle las palabras como quien le da de comer a un niño pequeño, cucharada tras cucharada.
Eutimia Cerezo
Eutimia nació el 24 de diciembre de 1918 en Zacualpan de Amilpas, un pueblo ubicado en las proximidades del volcán Popocatépetl, donde todo el tiempo corre aire fresco y donde el café crece soberanamente en los jardines de las casas. Lejos de las zonas urbanas de Morelos, los habitantes están acostumbrados a consumir únicamente lo que producen sus tierras y es uno de los pocos lugares del país en los que el trueque sigue siendo una práctica común.
Mi madre vivía del trueque, de la venta del zapote, de la nuez, el café, la lima y el limón, lo que hubiera. Cuando llegábamos a venir, le traíamos despensa, ropa y calzado, fue una vida tranquila, bonita
Recuerda Mary.
A sus 67, Mary ha decidido cuidar de su madre en los últimos años. Y eso, justo hoy, significó ir en busca del gobernador para que la conociera.
-¿Y cómo se siente usted ahora? -le preguntó.
-¡Me siento grandota! Se siente uno emocionada con que la visiten a uno, se siente uno satisfecha, contenta -responde.
Grietas en las paredes
Durante la visita del gobernador, Mary Paz redactó una solicitud de manera improvisada, pidiéndole ayuda para reparar su casa. Hace más de un año que ocurrió el sismo, pero ni ella, ni su hermana han podido juntar dinero para reconstruir las partes que resultaron dañadas.
Nuestras posibilidades no son buenas, yo no puedo trabajar porque me dedico a cuidarla a ella, mi hermana trabaja en casa, somos de la tercera edad y no podemos con los gastos
El gobernador recibió el escrito. Eutimia confía en que regrese para su cumpleaños 100.