Recupera su hogar pareja de adultos mayores

Fue una de las más de 140 que resultaron afectadas con daño total en este poblado de Yautepec

La Redacción

  · miércoles 15 de agosto de 2018

El 19 de septiembre cambió la vida del matrimonio conformado por Julián Lagunas Abarca de 81 años de edad e Hildarda Uriostegui Aldair de 79 años, el temblor que sacudió al estado de Morelos a las 13:14 horas de aquel martes, derrumbó la casa en la que habían vivido por más de 50 años.

Recuerdan que fue un momento triste, mientras muestran su nuevo hogar; una casa que construyó "Unidos por Morelos", la asociación Fuerza Vecina y la fundación ¡Échale! A tu casa, en su comunidad natal, La Nopalera, en Yautepec.

Yo estaba barriendo el patio cuando empezó a moverse el suelo, vi que los techos se vinieron abajo; yo me preocupé por mi viejito porque él me había dicho que iba ver un rato la tele

Hildarda Uriostegui.

Su casa, ubicada en la calle Ilse W. Salas, fue una de las más de 140 que resultaron afectadas con daño total en este poblado de Yautepec; “mi casita era pobre, construida con adobe y techo de lámina de asbesto. La hicimos cuando estábamos nuevos, ahora ya estamos viejos, ¿cuándo íbamos a hacer algo así?, algo que está bien construido con diseño y toda la cosa”, comentó Hildarda Uriostegui.

Al momento de recibir las llaves de su vivienda, la pareja agradeció el trabajo del personal de "Unidos por Morelos" y las fundaciones, además de toda aquella persona que los apoyó para hacer llevadera esta tragedia.

La casa de Julián Abarca e Hildarda Uriostegui fue construida con recurso estatal, ya que "Unidos por Morelos" aportó 120 mil pesos y la fundación ¡Échale! A tu casa 45 mil pesos más, puesto que la vivienda que habitaban no fue considerada dentro del censo realizado por el Fondo Nacional de Desastres (Fonden).

La casa destinada para el matrimonio Abarca-Uriostegui cuenta con una construcción de 48 metros cuadrados, distribuidos en dos habitaciones, sala, cocina, comedor y un baño completo y fue edificada con materiales térmicos, bajo las nuevas normas de construcción vigentes en el estado.

Hildarda mencionó que después del sismo pensó que no tendría dónde vivir o si la vida les permitiría, a ella y a su marido, recuperar su patrimonio; “Los primeros días después de que pasó el temblor nos fuimos a dormir a casa de mis hijos, pero ya no es igual, se siente uno incómodo, a pesar que somos en familia, ya no es lo mismo, nos hacía falta nuestro lugar”, expresó.

Ahora, al tener en sus manos las llaves de su nueva casa, la cual aprecian de la misma manera que la que construyeron cuando eran jóvenes, se siente rejuvenecida.