Ochenta por ciento de las patrullas en Cuernavaca se encuentran en malas condiciones mecánicas y tienen entre nueve y 12 años de antigüedad, lo que dificulta las tareas de seguridad en la capital del estado, reconoció el alcalde Juan Manuel Hernández Limonchi, al referir que el municipio trabaja en la eliminación de condiciones generadoras de delitos y que en los dos meses y medio que le restan a la administración se continuará trabajando bajo el esquema de Mando Único policial como medidas para proteger a los ciudadanos de los crímenes.
Explicó que, dado el esquema de Mando Único, el control de la policía lo mantiene el Gobierno del Estado, pero el municipio está colaborando en la atención de circunstancias que favorecen la delincuencia especialmente en las zonas de riesgo, como las colonias Lagunilla, Altavista y Barona, sin desatender las necesidades del resto de la ciudad.
Entre otros factores reconoció la existencia de negocios donde se expenden cerveza y alcohol de forma indiscriminada y sin respetar horarios, tanto en la periferia, Acapantzingo, Ocotepec, Ahuatepec, como en el propio centro de Cuernavaca, y advirtió que, aunque es difícil el control, se trabaja en ello. Igualmente reconoció un atraso considerable en la dotación de servicios como el alumbrado público; aunque recién se entregaron 50 luminarias, se reforzarán los trabajos en lo que resta de esta administración.
Sobre las condiciones del parque vehicular dedicado a la seguridad en el municipio, el alcalde reconoció que las rangers y los tsurus tienen una antigüedad muy superior a la requerida para su rodamiento eficiente, y de hecho, muchas “andan de milagro”.
Criticó la decisión del Gobierno del Estado que en el sexenio anterior decidió rentar patrullas y permitir el mal uso de las mismas, porque eso contribuyó a que no se renovaran las unidades para el municipio.