Transporte público: un viaje con pánico y miedo

Presidentes y líderes de las rutas consideran que los robos han disminuido, pero taxistas opinan lo contrario

Rosaura Hernández | El Sol de Cuautla

  · lunes 19 de septiembre de 2022

Los asaltos son comunes en algunas vialidades de Cuautla./ Gude Servín | El Sol de Cuautla

A diario cientos de personas en Cuautla emplean el transporte público, ya sea con itinerario fijo o no, para dirigirse a sus centros de trabajo, escuelas o lugares de reunión. Pero también van asolados por la ola de inseguridad y delincuencia que se vive en la región oriente del estado. Se calcula que en esa zona circulan cerca de 12 mil rutas que brindan servicio desde las 6:00 hasta las 22:00 horas.

Acostumbrarse a los delitos

Las combis o unidades con itinerario fijo han sido víctimas de la delincuencia durante varios años; pero tanto choferes, presidentes de ruta y usuarios señalan que ya se han acostumbrado.

Rodolfo Tizcareño Martínez, presidente de la Ruta 13 de Oaxtepec, opinó que la inseguridad en los colectivos se ha mantenido e incluso la violencia que se utilizaba en contra de los choferes ha disminuido comparado con lo que llegaron a vivir hace cuatro o cinco años.

Afirmó que los robos han cambiado un poco, pues éstos ya son más comunes y se presentan a cualquier hora del día y lugar, porque ahora son menos violentos. Explicó que hay delincuentes que abordan la unidad y amenazan tanto a los choferes y usuarios para que éstos les entreguen dinero y celulares, principalmente, ya sea con arma de fuego o blancas.

"Los robos al transporte público se mantienen normales... muchas veces roban, pero incluso cantidades de dinero muy pequeñas por las cuales no vale la pena ni siquiera pelear. Es triste y consideramos que cuando a alguien le falta dinero la opción que tiene es robar una unidad para sacar 200 o 300 pesos".

Señaló que esto no se debe a los operativos de seguridad implementados sino a los cambios sociales que en general se han presentado en la entidad.

“Por cantidades pequeñas sería hasta tonto ponerse a pelear con un delincuente y aunque sea más dinero tampoco lo vale, nosotros siempre les hemos dicho que nunca discutan y dejen que se lleven las cosas, pero que ellos y los usuarios salgan con bien, no sabemos si están nerviosos, si vienen drogados o cómo pueda reaccionar el delincuente”, agregó.

Taxistas, los más afectados

Pero quienes también sufren por la inseguridad son los taxistas, quienes se dicen más afectados que las combis o las rutas. Además, Salvador N, taxista de la región, consideró que el robo a éstos es más violento y algunos de sus compañeros han sido despojados de sus unidades en la zona de los Altos de Morelos y en lugares muy apartados o menos poblados.

Explicó que les solicitan servicios hacia la zona norte del estado o incluso al Estado de México, pero en el trayecto son amenazados o golpeados por los clientes, que en algunos casos los amarran o lesionan para poder robarles el vehículo.

“El tema es delicado. Ya no hay robos como antes pero claro que existen, por eso muchos compañeros ya no quieren hacer viajes largos, de noche o con personas que no conocen. Cada uno tiene a sus clientes y a ellos sí les hacen los servicios pero clientes nuevos es difícil, casi siempre se enfocan en el robo completo de la unidad y muchos son amenazados”, narró.

Presidente de rutas y de sitios de taxis, choferes e incluso autoridades de seguridad o de Movilidad y Transporte coincidieron en que se desconoce la cantidad exacta de los robos que se generan contra el transporte actualmente.

Calculan que más del 80% de los robos cometidos o de los que son víctimas no se denuncian y ni siquiera se hacen públicos entre los mismos compañeros. Y es que algunos de ellos consideran la denuncia como un trámite burocrático que sólo les quitará tiempo, además de la desconfianza que permea entre las autoridades.

“Hace poco asaltaron a un compañero, la esposa se dio cuenta pero en lugar de denunciar habló al presidente de la ruta y pusieron en marcha un plan interno; el chofer salió sano y salvo y la unidad se recuperó. Se tiene miedo a las represalias; entre los propios choferes lo pueden solucionar", dijo Aldo “N”, chofer en Cuautla.

Ochenta por ciento de los asaltos no son denunciados porque, según los choferes, es una pérdida de tiempo

La mayoría de los taxistas que sufren un asalto prefieren no denunciar porque consideran que el trámite es pérdida de tiempo.

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