Aunque la dinámica para la donación de órganos en el país es bastante rígida y busca evitar la corrupción, la enorme lista de espera para trasplantes, la cantidad de requisitos solicitados y la urgencia de mantener sanos o con vida a los pacientes hace que los rumores o mitos del tráfico de órganos en México permanezcan vivos.
De hecho, salvo en casos relacionados con trata de personas que no tienen fines de explotación sexual o laboral, no parece haber registro de ese delito en el país.
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El Observatorio Nacional para la Prevención del Reclutamiento de Niñas, Niños y Adolescentes en México asegura que el secuestro, la trata de personas y el tráfico de órganos son delitos distintos que tienen una íntima relación.
Y es que la trata de blancas y el secuestro, además de los fines sexuales, también puede derivar en trabajos forzados, producción de drogas, esclavitud y en algunos casos llegar hasta el tráfico de órganos humanos.
Pérdida de ética profesional
El Médico Cirujano Oncólogo, Román Acevedo Barba, considera que el tráfico de órganos es un delito que vive bajo la ilegalidad a consecuencia de una cultura que no existe en México y Morelos: la donación voluntaria de órganos.
Asegura que es lamentable que los órganos de las personas que pierden la vida tengan que terminar en cenizas o enterrados hasta que el tiempo los descomponga, cuando se podrían salvar miles de personas que están en una de las interminables listas de espera para recibir algún órgano o tejido humanos.
Explicó que aun cuando durante toda su carrera no ha sido testigo de este tipo de delito en Morelos, es un procedimiento que llega a sus oídos como rumor o mito, cuyos narradores no tienen nombre, pero dentro del área médica se sabe que existe.
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Lo que le llama la atención es que “para hacerlo debe de ser un experto, (pues) alguien preparado quita esos órganos y alguien preparado los acepta, lo cual es una pérdida de ética y moral inmensa”.
Aseguró que si los médicos no se prestaran a hacer estos procedimientos y la gente donara órganos de manera legal por humanidad, no habría vidas que lamentar o hallazgos de cuerpos sin órganos.
Aclaró que el objetivo de los médicos debe ser servir a los pacientes en el marco de la legalidad, basados en los principios de procuración de la vida y en busca del bienestar del ser humano.
Reconoció que el tráfico de órganos es un delito que existe y tiene su mercado, pero por su ilegalidad la estadística tiene más complicaciones: “debe haber centros hospitalarios que lo hacen y seguramente existe una mafia muy integrada con grandes cerebros para poder atreverse a hacer este tipo de cosas”.
Dijo que los conocimientos de los médicos no se deben usar para acabar con la vida de una persona sana para salvar a otra: “esto es criminal y maquiavélico”.
Mientras tanto, en el ámbito legal el tráfico de órganos es un delito de carácter especial dentro de la teoría del derecho penal mexicano, en virtud de que, en lugar de encontrarse previsto en el Código Penal Federal se encuentra en la Ley General de Salud debido a la especialización de la materia, de acuerdo con información publicada por la UNAM.
La Ley General de Salud, en su artículo 461 señala que: "Al que traslade o realice actos tendientes a trasladar fuera del territorio nacional, órganos, tejidos y sus componentes de seres humanos vivos o de cadáveres, sin permiso de la Secretaría de Salud, se le impondrá prisión de cuatro a quince años y multa por el equivalente de trescientos a setecientos días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate".
"Igual sanción se aplicará al que traslade o realice actos tendientes a trasladar fuera del territorio nacional tejidos de seres humanos que puedan ser fuente de material genético (ácido desoxirribonucleico) para estudios genómicos poblacionales en contravención de los artículos 317 Bis y 317 Bis 1 de esta Ley".
"Si el responsable es un profesional, técnico o auxiliar de las disciplinas para la salud, a la pena anterior se añadirá suspensión en el ejercicio de su profesión u oficio hasta por siete años".
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Mientras que en el Artículo 462 refiere: "Se impondrán de seis a 17 años de prisión y multa por el equivalente de ocho mil a diecisiete mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate: Al que ilícitamente obtenga, conserve, utilice, prepare o suministre órganos, tejidos y sus componentes, cadáveres o fetos de seres humanos".
"Al que comercie o realice actos de simulación jurídica que tengan por objeto la intermediación onerosa de órganos, tejidos, incluyendo la sangre, cadáveres, fetos o restos de seres humanos".
En México está regulada la donación de órganos, para lo cual existe la tarjeta de donación voluntaria de órganos y tejidos, y para obtenerla bastará con llenar un formulario que respalda dicha decisión.
En cuanto el formato se llene se deberá acudir a las instalaciones del Centro Nacional de Trasplantes para concluir con el proceso y el trámite, que es gratuito.
¿qué se sabe del tema?
El Observatorio refiere que el tráfico de órganos es “una de las actividades criminales más lucrativas en cuanto al mercado ilegal. Este delito federal consiste en la extracción, venta y compra ilícita de órganos, tejidos y componentes de personas vivas o cadáveres”.
En espera de un trasplante, más de 20 mil personas
El Centro Nacional de Trasplantes informa que a la fecha de corte del 6 de febrero de 2023, hay una lista de espera de 20 mil 264 personas, de las cuales 15 mi 736 personas esperan recibir un trasplante de riñón, cuatro mil 219 uno de córnea y el resto corresponden a órganos como hígado, corazón y páncreas, mientras que solo se logró trasplantar dos mil 07 órganos durante el año 2022.
Por su parte, Morelos ha hecho 12 donaciones de órganos de personas fallecidas hasta el 3 de enero de 2023, fecha de corte; e informó que 45 personas en el estado han donado un riñón en vida.
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