En tan solo seis meses, entre 25 y 30 tortillerías en Morelos han cerrado por extorsión y ataques directos; sin embargo, el 30% de los negocios que permanecen abiertos tienen que ceder a la extorsión.
Así lo sostiene Antonio Vázquez Quezada, presidente de la Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla en Morelos, comentó que esta cifra es solo del gremio, sin embargo, las misceláneas y otros negocios pequeños que están al pie de la calle también sufren por esta situación.
“De 20 casos que hay, quizá solo 8 presentan denuncias en la Fiscalía General del Estado”.
Las tortillerías que cierran cambian de giro y prefieren empezar de cero, pues los dueños ya no están dispuestos a trabajar para pagarle a la delincuencia organizada, y mucho menos exponer a su familia.
Antonio dijo está dispuesto a acompañar a sus compañeros a denunciar y darles al menos, apoyo moral, pero la negativa de los empresarios persiste; el líder empresarial pide a las autoridades municipales, estatales y federales mayor presencia policial en las calles, además del seguimiento adecuado a las carpetas de investigación que ya hay.
“Hay muchos negocios en la colonia Chapultepec que están cerrados, la gente se fue por esta situación”.
Los municipios que más preocupan al gremio son Cuautla, Ayala y Puente de Ixtla, ya que en estos la delincuencia les ha prendido fuego a sus negocios e incluso los ha baleado.
Las tortillerías por lo general son familiares y durante años el maíz les ha dado un patrimonio y para comer, cuando reciben amenazas o los “obligan” a cerrar por los ataques, a los empresarios y las familias que de ahí obtienen ingresos, sufren porque varios de ellos eran herencia familiar.
“Ya casi no hay negocios que tengan trabajadores, porque de por sí la situación económica es complicado, y con eso es aún más difícil”, concluyó.