Ante falsas amenazas de bomba las autoridades prestan poca atención a los servicios. De nueva cuenta se registró una amenaza, esta vez en el Centro Morelense de las Artes (CMA), el equipo antibombas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), demoró alrededor de tres horas para presentarse en el lugar.
Fue la mañana del 18 de octubre cuando alrededor de las 9:40 horas, autoridades del CMA recibieron la notificación de la presencia de un artefacto explosivo dentro de la escuela, por lo que mediante los protocolos de seguridad desalojaron el edificio con la presencia de autoridades de Protección Civil Estatal, Bomberos de Cuernavaca y la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES). Alrededor de las 11:00 horas, la avenida Morelos continuaba cerrada desde calle Abasolo hasta la calle Hidalgo, debido a que el equipo antibombas de la Sedena no había arribado al lugar.
La espera, además de ocasionar incertidumbre entre los alumnos y profesores, los cuales fueron evacuados alrededor de 166, generó malestar en los transeúntes y automovilistas, ya que esta avenida es una de las arterias principales del Centro de Cuernavaca y tuvieron que desviar su camino.
Las autoridades presentes no podían continuar con el protocolo, por lo que optaron al mediodía enviar a los alumnos a sus casas, sin sus pertenencias, ya que no pudieron ingresar de nueva cuenta el inmueble.
De acuerdo con Protección Civil, en lo que va del año, se habían presentado 49 amenazas de bomba en el estado, sin contar las últimas registradas en octubre, que suman alrededor de otras tres.
A pesar de que este tipo de llamadas que alertan a los servicios de emergencia, están pensadas, no se tiene hasta ahora ningún detenido por este tipo de ilícitos.
Incluso en el caso de las “bombas caseras” colocadas en los baños de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) el pasado 21 de septiembre, cuya alerta sí resultó real, no se ha logrado la detención de los autores de las mismas.
El rector de la máxima casa de estudios, Gustavo Urquiza Beltrán, señaló que se había identificado un número telefónico de donde supuestamente había salido la llamada de amenaza de bomba, sin embargo, este resultó sólo una sospecha en las investigaciones, es así que no se tiene ningún avance a casi un mes de haberse dado la explosión en la Unidad Biomédica.
“Abrimos la carpeta de investigación ante la Fiscalía General de Justicia por parte de la universidad y esperemos haya avances, la idea es inhibir este tipo de acciones en el estado. Confirmó que ha solicitado el apoyo de la Policía Cibernética para identificar de dónde provienen las llamadas, así como de la 24 Zona Militar”, indicó el Rector Alejandro Urquiza Beltrán.
Fue también el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Luis Gamboa Olea, quien recientemente informó que tan solo en la sede del TSJ van 14 amenazas de bomba durante este 2022 y se trabaja junto con la Policía Cibernética para detectar a los responsables, a quienes incluso, dijo, se les puede atribuir el delito por obstrucción de la justicia, ya que por estas alertas se ven suspendidas las audiencias.
Con información de Katy Cárdenas
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