De acuerdo con el reporte emitido este miércoles por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), la actividad relacionada con el tremor del volcán Popocatépetl aumentó en los últimos días, llegando casi a las tres horas de este tipo de movimiento, perceptible para los habitantes de la región, que da cuenta del flujo de magma al interior del coloso.
En su pico de actividad más alto en este rubro, el Cenapred contabilizó este miércoles 170 minutos de tremor, mientras que el lunes se registraron 111 minutos.
Geológicamente, el tremor se define como un terremoto característico de los volcanes que es provocado por el movimiento del magma al chocar con las paredes de las cámaras magmáticas o en el conducto hacia el exterior; este movimiento, que es perceptible para los habitantes más cercanos al volcán, también puede ser causado por las explosiones de las bolsas de gas o los golpes de los bloques sólidos que son arrancados y conducidos contra las paredes de la chimenea. Cuando estos movimientos son detectados por los sismómetros, pueden contribuir a anunciar la aparición de magma en el exterior del volcán.
Aun cuando los minutos de tremor del Popocatépetl han ido al alza, el informe emitido al mediodía de este miércoles por el Cenapred no reportó explosiones, aunque sí 242 exhalaciones, las cuales estuvieron acompañadas por emisiones de vapor de agua, gases volcánicos y ligeras cantidades de ceniza.
Actualmente, el semáforo de alerta volcánica permanece en la segunda fase del color amarillo, pero las autoridades piden tomar en cuenta las recomendaciones que se deben seguir en caso de que se registre caída de ceniza, como el cubrir la nariz y boca con un pañuelo o cubrebocas, limpiar ojos y garganta con agua pura, utilizar lentes de armazón, así como evitar los de contacto, cerrar ventanas o cubrirlas y permanecer lo más posible dentro de casa.