En el marco de las denuncias sobre licencias médicas irregulares expedidas por médicos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) a elementos de Seguridad Pública y Tránsito de Cuautla, Marcela Munguía, delegada de la asociación civil Ciudadanos Uniformados A.C. en Morelos, manifestó su postura y defensa hacia los uniformados.
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Según la coordinación administrativa de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del ayuntamiento de Cuautla, 84 licencias médicas habrían sido entregadas de manera irregular con el propósito de evitar presentarse a labores o evaluaciones de Control y Confianza, lo que repercute directamente en la capacidad de la fuerza policial para combatir el crimen.
"Quienes no acreditan los exámenes de Control y Confianza son dados de baja de manera inmediata, por lo que muchos presentaron sus incapacidades para no presentarlos, pero se tomarán las acciones legales en contra del personal plenamente identificado que haya hecho uso de estas", dijo Eduardo Román Jáuregui, coordinador administrativo de la entidad, durante la conferencia de prensa donde el alcalde Rodrigo Arredondo López abordó el tema.
El funcionario municipal denunció que estas licencias, entregadas entre marzo y agosto de 2023, no cumplían con los lineamientos establecidos.
Ante estas acusaciones, Munguía posicionó a la asociación civil, que vela por los derechos de los uniformados de todo el país, a su favor: "Es complicado probar que el ISSSTE esté vendiendo incapacidades, ya que solo el médico puede determinar si un paciente amerita una incapacidad".
Es complicado probar que el ISSSTE esté vendiendo incapacidades. ¿Cómo acreditarán que es verdad o mentira?
Marcela Munguía, delegada de la asociación civil Ciudadanos Uniformados A.C.
Afirmó que muchos policías padecen de condiciones médicas como lumbalgia, hipertensión y diabetes, lo que justificaría algunas de las licencias.
Asimismo, cuestionó la capacidad de un órgano de control interno para determinar la necesidad real de una incapacidad y abordó las preocupaciones sobre la operatividad.
"El problema radica en que deben contratar más personal. La deficiencia de la plantilla afecta la operatividad cuando varios elementos están incapacitados", argumentó.
La delegada confirmó que si un policía enfrenta procedimientos por poseer una incapacidad, la asociación brindará protección legal. "¿Cómo acreditan que es verdad o mentira? Es la palabra del Consejo de Honor y Justicia contra la de un médico con cédula", preguntó, retóricamente.
Quienes no acreditan los exámenes de Control y Confianza son dados de baja de manera inmediata; muchos presentaron sus incapacidades para no presentarlos, pero se tomarán las acciones legales
Román Jáuregui, coordinador administrativo de la Secretaría de Seguridad municipal
Es una práctica común
Aunque hasta ahora no se ha iniciado un procedimiento formal en contra de ningún policía morelense por presentar constancias médicas irregulares, el presidente nacional de la Ciudadanos Uniformados A.C., Iván Chávez Espejel, reconoció que se trata de una práctica que sí está ocurriendo no sólo en Cuautla, sino en otras partes del país. De hecho, dijo que también ocurre en otros ámbitos laborales.
"No es un caso local. Esto ocurre en todo el país, en toda la administración pública de todos los niveles de gobierno", dijo.
En 2020, la Fiscalía Anticorrupción formuló imputación contra un extrabajador del Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos, denunciado por el uso de justificantes médicos irregulares para evitar descuentos salariales.
Para Chávez Espejel, los policías se ven en la necesidad de recurrir al auxilio de ciertos médicos debido a la lentitud de los trámites burocráticos que conlleva su jubilación o pensión: después de cierta edad, les resulta más sencillo ausentarse del trabajo presentando un justificante, que seguir esperando su jubilación o pensión, lo que ha llevado a que en Morelos haya policías que rebasan los 70 años de edad y sigan activos, o de menor edad y con enfermedades crónico-degenerativas.
"A veces pasa que, como el compañero ya está mal de salud y no lo quieren jubilar o pensionar, no le queda de otra que estar presentando incapacidades, y como les retrasan la pensión o la jubilación, se ven entre la espada o la pared: si me presento, me voy a lastimar o agravar la enfermedad que tenga", dijo.
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