Otra inusual forma de robar tarjetas bancarias se detectó en Cuernavaca. Así lo informó la Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en Morelos, por lo que sugirió a los ciudadanos estar muy alertas.
Como en otros modos de operación, los delincuentes primero obtienen su contraseña o NIP bancario espiándolo en algún cajero automático, luego utilizan un distractor como en la mayoría de los engaños que cometen los llamados “talladores” de tarjetas.
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Pero en esta ocasión el señuelo fue excremento de acuerdo con Carlos Flores, asesor de educación financiera de Condusef, quien señaló que dos ciudadanos afirmaron haber sido víctimas de esta sucia forma de engañarlos.
“Esto ocurrió a las 11 de la noche, la víctima bajó de su coche en alguna avenida principal, entonces llegó alguien y los embarró de excremento para después huir corriendo. Otra persona se acercó a ofrecerle ayuda para limpiarlo, pero mientras lo ayudan le quitan la billetera”.
El cuentahabiente al saberse sucio regresa a su casa para bañarse así como cambiarse, y en todo ese lapso de por lo menos una hora o dos, los delincuentes aprovecharon para vaciarle su tarjeta haciendo compras en lugares distintos.
“Una vez que el cuentahabiente se da cuenta dos horas después, se da cuenta que le robaron 70 mil pesos. Estos casos que son muy soeces, pero son altamente efectivos para el ladrón. Un distractor puede ser hasta un saludo, pero este nuevo modo de operación es un distractor inmediato y la gente puede perder el control en seguida porque se sabe sucia”.
Utilizan a menores para distraer a usuarios bancarios
Otro caso de distracción que recientemente se detectó en la Condusef Morelos, sucedió en un Banco donde existen varios cajeros automáticos en un espacio amplio donde concurre un gran número de personas.
La víctima iba caminando hacia la terminal con la tarjeta en su mano, cuando de pronto un niño se le atravesó corriendo y chocaron. Esto provocó que la tarjeta del cuentahabiente cayera al suelo como si fuera un accidente que en realidad estaba planeado.
“Esta persona no se da cuenta de lo que está pasando y entonces llegan los papás a auxiliar al menor y en la confusión los supuestos padres cambian la tarjeta a la víctima, por eso la recomendación en un cajero automático es que no haya gente mirando alrededor y personalizar tu tarjeta con una estampa”.
Y es que en esa ocasión, la víctima no se percató del cambio de su tarjeta y tecleó varias veces su código mientras alguien más la observaba y así pudieron tener su contraseña para retirar todo el efectivo.
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