A medida que rugen los motores y los pilotos se preparan para acelerar, se despliega una escena de adrenalina pura. Sin embargo, tras el encanto y la emoción del motociclismo se oculta una presencia sombría: la desobediencia a las normas de seguridad y, a menudo, la muerte.
La historia de Mayker Montana, presidente del motoclub Guerreros Cuautla, es un testimonio de esta realidad. Comenzó a montar motos a los 17 años, impulsado por la rebeldía juvenil y la falta de educación sobre seguridad vial.
En los primeros cinco meses de su aventura sufrió su primera caída: “Fue muy leve, pero vas aprendiendo de esas caídas y pequeños accidentes que ocurren. Como eres nuevo no mides tu distancia, no revisas tus frenos y todo lo que ello conlleva”, reflexiona a sus 38 años.
Lejos de ser una anomalía, este es un patrón preocupante que se observa entre los jóvenes motociclistas en México, y especialmente en el estado de Morelos.
Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, en 2021 se registraron un total de ocho mil 818 accidentes viales en Morelos. De estos, 96 fueron fatales, mil 921 no fatales y seis mil 801 solo resultaron en daños. Estos números pintan un panorama perturbador, pero es aún más alarmante que la mayoría de los afectados sean jóvenes de entre 18 y 24 años.
Conciencia y experiencia
“Las caídas me hicieron cambiar. Uno de los motivos fue la rebeldía y otro la economía, especialmente porque en aquellos tiempos las cosas eran más caras”, relata.
En retrospectiva, Montana comprende la importancia del equipo de protección, desde un buen casco hasta rodilleras y guantes. Señala que incluso las lesiones aparentemente leves, como un raspón en la mano, pueden incapacitar a un conductor durante un tiempo considerable.
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Recuerda vívidamente los accidentes en los que ha estado involucrado y cómo su equipo de protección le salvó la vida. En una ocasión, durante una carrera nocturna en la autopista Siglo XXI chocó su moto contra una zanja y su cuerpo salió disparado hacia el aire.
“Me salvó el hecho de llevar casco y traje, porque di dos vueltas en el aire y caí sobre el pavimento. Me desperté sin golpes en la cabeza gracias a llevar el casco”.
Medidas insuficientes
A pesar de las preocupaciones en torno a los motociclistas, las medidas de seguridad vial y de concienciación no son suficientes. A menudo, las autoridades locales y las agencias de motocicletas no proporcionan información adecuada sobre seguridad y medidas preventivas.
“Eso es lo que una agencia debería decirte antes de venderte su moto, pero en ese momento nadie te dice nada. Vas, compras tu moto y te marchas”.
La tragedia como lección
Uno de los accidentes más devastadores del motociclismo en territorio morelense ocurrió en 2021, a la altura del poblado de Tres Marías, en la México-Cuernavaca. De hecho, fueron tres accidentes protagonizados por motociclistas que viajaban en grupo sin tener en cuenta las condiciones de la vía, la velocidad adecuada o la presencia de otros vehículos. El resultado fue desastroso.
“Llegaron y se estrellaron contra una barra de contención. Uno de los chicos llevaba traje y casco, y se degolló”. Aquel día, siete motociclistas perdieron la vida y más de una veintena resultaron heridos. La tragedia sacudió a la comunidad de motociclistas de Morelos.
Incidentes en la zona sur
A su vez, en el sur de Morelos los accidentes en motocicleta ya rebasaron a los vehiculares hasta en un 80 por ciento. Tan solo en el municipio de Jojutla se registran en promedio cinco percances a la semana.
Y en Zacatepec se estima que uno de cada 10 accidentes es fatal, y en cuyos hechos están implicados jóvenes.
El paramédico y director de Protección Civil y Bomberos de Jojutla, Miguel Angel Olvera Torres, revela que en los últimos cinco meses ha incrementado la atención a personas por accidentes en motocicleta y muchas de ellas han perdido la vida, en su mayoría menores de 23 años debido al exceso de velocidad y estado etílico.
Refiere que hay un sinfín de historias nada gratas en las que los protagonistas de los fatales accidentes eran jóvenes, no llevaban el casco puesto o incluso éste era de un material de mala calidad, lo que impidió una correcta protección.
“No me voy a cansar de exhortar a las personas que conducen motonetas o motocicletas a que sean responsables, que usen casco para que cuando tengan un accidente éste les proteja del impacto”, indicó el funcionario municipal.
En Jojutla el promedio de accidentes que se atienden semanalmente es de siete a ocho personas con lesiones, fracturas de manos y pies; en el peor de los escenarios hay quienes pierden la vida.
Carencia de cultura vial
Apenas un 20 por ciento de los motociclistas conoce el reglamento de tránsito de sus municipios, es decir, carecen de cultura vial, indica el director de Protección Civil de Zacatepec, Hadid Salgado, quien advierte que el número de accidentes definitivamente ha incrementado porque todo va en proporción de la compra y demanda de estos vehículos de dos ruedas.
Explicó que no está regularizada la compra-venta de motocicletas, pues las cadenas comerciales dan muchas facilidades de pago y en ocasiones quienes adquieren una motocicleta sin experiencia y sin conocimiento previo se ponen a aprender sobre la marcha, razón por la cual siempre se detiene a quienes manejan a exceso de velocidad, rebasan, conducen sin equipo de protección, sin placas y, además, sin licencia.
Precisa que la cultura vial es tan pobre que afuera de la zona urbana los motociclistas manejan sin casco, solo se lo colocan cuando llegan al centro para cuidarse de los elementos de tránsito.
Uno de los municipios de la zona sur con mayor uso de motocicletas es Xoxocotla, donde a menudo ocurren percances viales; además, el tráfico generado por estos vehículos ha convertido a la localidad en una zona altamente peligrosa, sobre todo porque es común ver a familias enteras a bordo de una motocicleta sin las menores medidas de seguridad.
Con información de Angelina Albarrán
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