En 2023, el estado de Morelos presentó el mayor deterioro de la paz en México, de acuerdo con los datos presentados por el Índice de Paz México 2024, un informe elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz que proporciona una medición integral de los niveles de paz en el país, y que sitúa a Morelos en la posición 30 de 32, es decir, como uno de los estados menos pacíficos de la nación.
"El estado se deterioró en todos los indicadores. Registro sus peores puntuaciones en homicidios, delitos con armas de fuego y delincuencia organizada, con un aumento de las tasas de cada uno de estos indicadores de entre el 24% y el 32%. Esto es digno de mención dado que hace apenas tres años, en 2020, Morelos registró una de las mayores mejoras en la puntuación general, impulsada por las reducciones en homicidios, delitos con armas de fuego y delincuencia organizada", se lee en el informe.
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En los últimos ocho años, los homicidios aumentaron 175 por ciento en Morelos y los homicidios con arma de fuego en un 430%. En 2023, el 87% de la población dijo sentirse insegura en el estado. En este año, la violencia le costó a la entidad más de 163 mil millones de pesos.
La violencia es abatible
De acuerdo con José Martínez Cruz, integrante de la Comisión Independiente de Derechos Humanos en Morelos, estas cifras podrían ser abatibles, como ha quedado demostrado en el pasado, cuando los índices de inseguridad han disminuido gracias a las acciones que se han tomado entre la sociedad civil y el gobierno:
Cuando se toman medidas de atención, prevención, sanción y justicia, se logra abatir, se logra disminuir la violencia en ciertos municipios y regiones. Lo que pasa es que después ya no hay continuidad en las medidas y esto representa que se disparen nuevamente los índices.
Martínez Cruz atribuyó la situación de violencia que enfrenta Morelos a un fenómeno de descomposición social que se presenta a nivel global, desde luego en México y Morelos, pero considera que, incluso tratándose de un fenómeno global, hay posibles soluciones.
"Deben hacerse estrategias integrales que vayan al fondo de las causas de lo que está generando esta situación, que modifiquen las políticas que agudizan estos índices de violencia".
La Iglesia podría hacer más
Cuautla, un municipio que enfrenta una de sus peores crisis de seguridad, afectado por homicidios y extorsiones, ha llevado a sus habitantes a refugiarse en la religión. El párroco de la Iglesia del Señor del Pueblo, Ignacio Ponce, reconoce que la Iglesia podría hacer más por la comunidad, pero lamenta que las propias autoridades hayan desvanecido los esfuerzos consolidados de trabajo comunitario:
"Antiguamente teníamos las comunidades eclesiales de base, que, por cuestiones de gobierno, se prohibieron audazmente, y fueron desapareciendo, cuando teníamos todo el apoyo y la fuerza de todas las familias unidas. Trabajamos y resolvíamos muchas carencias y necesidades", dice el párroco, quien confía en que pronto sean reanudados los conversatorios en las parroquias de la localidad.
"Se van a programar en las parroquias, porque el apoyo familiar es importante, reunir a los padres, a los abuelos, a los hijos. Que haya un apoyo familiar de todos para todos", dijo.