La secretaria ejecutiva del Consejo Municipal de Seguridad de Cuernavaca, Liliana Fernández, García, reconoció que escasamente el 1 por ciento de las mujeres llegan a denunciar violencia ejercida por parte de los hijos, siendo las madres adultas mayores quienes, en su mayoría, sufren este tipo de agresiones, ya sea física o psicológica en la capital del estado.
Al dar inicio a la campaña “Mamá Mía” con la que el ayuntamiento de Cuernavaca busca incentivar la denuncia de mujeres víctimas de violencia por parte de los hijos e hijas, aceptó que, al ser un tema que se vincula con la violencia familiar, no se tiene datos precisos de cuántas son las victimas que arroja este tipo de faltas.
“En el tiempo que una servidora ha estado, te puedo decir que solo el 1 por ciento de mamás denuncia, y es justamente que queremos eliminar esa invisibilidad con la que viven las mujeres porque se ve como violencia familiar, y por eso estamos generando una estadística, un censo y recabar entrevistas”.
Cuando ya la despojaron o la “echaron” a la calle es únicamente cuando se atreven a denunciar, sin embargo, pueden pasar años para que reconozcan que están siendo violentadas por sus hijos, que en el mayor de los casos son por parte de hijas e hijos adolescentes.
La violencia física, psicológica “es común desde que les pegan de gritos, las humillan, las discriminan, las tratan peor que esclavas, las critican sobre todo en su físico”, además de que la violencia también es ejercida en la omisión de cuidados.
Las mujeres víctimas de agresiones pueden denunciar al 911, acudir al Instituto de la Mujer de Cuernavaca, buscar ayuda en el Centro de Justicia para Mujeres, además de la colaboración de los amigos, vecinos y familiares que sean testigos de ese mal trato.
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