Los jóvenes que no cuentan con una red de apoyo al salir del centro de internamiento o que tienen que enfrentar su sanción en libertad solos, corren el riesgo de ser captados por las bandas criminales que los usan para delitos como el narcomenudeo, o incluso delinquir por su cuenta para sufragar gastos para su supervivencia, según el análisis del del Tribunal de Justicia Unitario Penal para Adolescentes (TUJPA).
Este panorama suele ser una realidad para el 50 por ciento de quienes salen del Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA). Tan sólo en el 2022 fueron 102 los que tuvieron contacto con la ley.
“Cuando un adolescente no tiene una red de apoyo familiar que le pueda ayudar para cuando egresa evidentemente lo estamos condenando a que vaya a la calle y se vuelva a relacionar con un grupo delictivo o recurra a conductas delictivas para sufragar por ejemplo, gastos de alimentación o alojamiento”, lamentó la presidenta del TUJPA, Adriana Pineda Fernández.
El abandono de los jóvenes se observa desde el momento de las audiencias, cuando deberían estar acompañados por los padres o tutores, sin embargo, enfrentan los procesos solos, ya sea porque los padres trabajan o por otra razón.
Pineda Fernández, pedirá que el Congreso asigne fondos para la creación de la Casa de Medio Camino que tiene como fin darles alojamiento a los menores que son liberados, “reeducarlos” para integrarlos a la sociedad que muchas veces los etiqueta.
En este proyecto participarán varias áreas como la de salud mental, emocional, capacitación para el trabajo, así como una vinculación laboral.
Los jóvenes en conflicto con la ley han triplicado su relación con el delito de narcomenudeo en el año 2022, sobre todo cuando en su intento por formar parte de un grupo delictivo incurren en delitos más graves “después aparecen los jóvenes ejecutados, o con un problema de una nueva detención siendo adultos”.