El zócalo, la presidencia municipal y la iglesia de Puente de Ixtla lucen desiertas. A las calles y al mercado sólo sale la gente por necesidad. Quienes van a hacer trámites, comprar alimento o cubrir pagos los acompaña el miedo. Ninguno quiere compartir lo que vive: "¿Qué quiere que le diga? Estamos con miedo". Y agregan que no ven una sola de las 40 patrullas que, según les dijo el alcalde, mandó el Gobierno del Estado.
Es la víspera de la fiesta patronal y la celebración que debió empezar el pasado fin de semana con la feria tradicional se redujo a solo tres misas en honor a la Virgen de la Purísima Concepción.
Los festejos se cancelaron por el miedo a la inseguridad que se apoderó de una comunidad pacífica; comerciantes y taxistas aseguran que las balaceras les "han pegado" más que la pandemia por Covid-19.
Un lustrador de calzado y una vendedora ambulante de comida son los únicos presentes en el zócalo ixtleño. Al fondo se visualiza el Ayuntamiento vacío, pues los trabajadores se han encerrado en sus oficinas. Y en el otro lado de la acera está la iglesia abierta, pero también luce sola.
Los únicos que salieron a trabajar, como todos los días, son los comerciantes de la calle principal y el mercado, donde es poca la gente que se ve. Hay un silencio atípico y el clima es tenso.
En el mercado los comerciantes piden a los medios de comunicación no tomar fotos porque se sienten amenazados hasta por la cámara del celular. Prefieren hablar sin que haya grabadoras de por medio: “La situación está peor que en el peor momento de la pandemia del Covid-19”, dicen. Y estiman que sus ventas bajaron hasta un 90 por ciento.
Se cancela la fiesta patronal
“Aquí ya estaban instalados los juegos mecánicos”, narra una mujer que invirtió en ropa para vender durante la feria. Pero ahora le preocupa cómo recuperará lo gastado y, sobre todo, las balaceras que a plena luz del día se han presentado en los últimos días "porque ponen en peligro a la población".
Un taxista instalado junto al zócalo manifiesta: “Van de mal en peor las cosas en Puente de Ixtla, pero tenemos que aguantar y encomendarnos a Dios y a la Purísima Concepción".
Además, las escuelas volvieron a cerrarse por tres días. Los maestros y alumnos de la comunidad tuvieron que retomar las clases a distancias ante la creciente inseguridad, de acuerdo con el Instituto de la Educación Básica para el Estado de Morelos.
Una mujer que camina frente a la primaria Justo Sierra asegura que “se están peleando la plaza, pero no son dos, son cuatro grupos”.
Hasta las misas se suspendieron
En Puente de Ixtla se respira miedo. Y la vida les ha cambiado en un abrir y cerrar de ojos. La iglesia está abierta, pero no hay rastro de feligreses. La devoción sólo está presente en un altar cubierto de arreglos florales.
“La gente que venga con devoción volverá a tener esperanza, ya que estamos en tiempos de adviento”, expresa un joven sacerdote.
Llamó a un "cambio de actitud en las buenas obras y en el encuentro familiar que nos ayude a ir generando un tejido social más armonioso a pesar de las circunstancias difíciles que en Puente de Ixtla se viven, buscamos, sobre todo la paz".
Puente de Ixtla, ubicado en el sur de Morelos, colinda al sur con el estado de Guerrero; al oriente con el municipio de Jojutla, al poniente con Amacuzac y al norte con Xoxocotla.
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