Por segunda ocasión la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó al diálogo y a la prudencia, ello en torno a la distribución y uso de los libros de texto gratuitos para el ciclo escolar 2023-2024, sin embargo señaló que la elaboración de los mismo fue de manera “irregular” y se denota improvisación.

“Educar es tarea de todos, no sólo de la escuela y no sólo del gobierno”, dice en el Comunicado emitido por la CEM e insistió, como lo hizo en la primera ocasión, en que los libros son materiales auxiliares en el proceso educativo, pero la educación se lleva a cabo siempre en el encuentro entre personas: “sólo la persona educa a la persona”.

El pasado primero de agosto pasado la Iglesia en México planteó la complejidad del Sistema Educativo Nacional, haciendo énfasis en los grandes desafíos educativos como el abandono escolar, necesidad de regularizar los conocimientos de los niños y adolescentes, fortalecer la dimensión socio-emocional del alumnado, el cuidado de la primera infancia, la violencia escolar, entre otros. En esta ocasión, la CEM planteó seis puntos luego de revisar los libros de texto gratuitos por parte de la Dimensión de Educación y Cultura de la Conferencia, junto con un grupo de académicos.

En los puntos tres y cuatro de los señalamientos que hace la CEM indicó que estos materiales se realizaron de forma irregular y no se siguió lo establecido en el marco legal “que mandata la participación de los distintos implicados en la educación comenzando por padres de familia, los maestros y demás voces expertas, entre otras irregularidades”, cita en el punto tres.

Asimismo, en el cuarto punto la CEM indicó que es evidente “la improvisación y confusión en muchos componentes de la versión ahora presentada de los libros de texto”, pero confió en la labor que desempeñan en el aula los maestros, quienes con su formación, experiencia y comunicación, dijo, junto con los padres de familia podrán rescatar los elementos valiosos para sus alumnos.

Aseguró que no comparten la destrucción de los materiales educativos, pero sí que haya una corrección y mejoramiento.

“Como señala el Papa Francisco en el Pacto Educativo Global, no debemos pensar en términos fatalistas y deterministas. No podemos coincidir con posturas que absolutizan el error y que desconfían de la libertad y criterio del ser humano”.

En los otros otros puntos la Iglesia destaca que desde su elaboración los libros requieren de una discusión amplia, ordenada y verdaderamente federal y por supuesto, después de su elaboración, hacer las pruebas piloto que estaban consideradas y agrega que “frente al nuevo ciclo escolar, el gran déficit es la formación y capacitación de los docentes y directivos”.

La CEM señala que se ha desaprovechado una valiosa oportunidad para responder creativamente al rezago educativo a causa de la Pandemia Covid-19 y llama a que se impulse con alegría y generosidad esfuerzos permanentes para el encuentro de los más vulnerables en este nuevo ciclo escolar.

En cuanto a los contenidos en el tema de la educación sexual en los libros de texto, la CEM afirmó que una verdadera educación “pide una concepción integral del ser humano que reconoce, al mismo tiempo, el cuerpo y el espíritu, su dimensión histórica y trascendente, individual y comunitaria, entre otras características esenciales”.

Indicó que es necesario enseñar sobre sexualidad en las escuelas, pero debe hacerse con gradualidad, de acuerdo a la edad y madurez de los estudiantes .

Finalmente, la Conferencia del Episcopado Mexicano refirió que la educación debe centrarse en la formación de toda la persona, a partir del conocimiento científico que se tiene de ella, dejando a un lado los aspectos ideológicos. Y reiteró que los contenidos en los libros de texto deben ser expuestos, dialogados, con sus fundamentos teóricos y prácticos.

Recordar que en algunos estados como Chihuahua existe un amparo para que estos materiales no sean entregados a los estudiantes; en una comunidad tzotzil de Chiapas, un grupo de personas incluso quemó algunos ejemplares de los libros en muestra de su rechazo. Mientras que, en Morelos, la Asociación de Padres de Familia del Estado se pronunció porque sean revisados y advirtieron que podrían recurrir a acciones legales para que no lleguen a los menores, además de que padres de familia recabaron 45 mil firmas en rechazo a los mismos, las cuales fueron presentadas a las autoridades.

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