Drogaron al Obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, para secuestrarlo y robarle su camioneta, declaró su representante legal, Pedro Martínez Bello.
Ante medios de comunicación, el abogado reveló más información relacionada al delito de secuestro exprés del que, todo indica, fue víctima el Obispo.
➡️ Noticias útiles en el canal de WhatsApp de El Sol de Cuernavaca ¡Entérate!
Confirmó que su estado de salud es estable y fue trasladado a un hospital privado para mantenerlo en observación. Martínez Bello reveló que el Obispo no está consciente, el equipo médico que lo está atendiendo les informó que podría tardar hasta tres días en recuperarse, ya que todo indica que está bajo los efectos de un estupefaciente, que podría ser cocaína.
El Obispo no presenta lesiones graves ni golpes, sin embargo, debido a su condición de hipertenso y a que tiene un marcapasos se vigila su evolución.
No está consciente, balbucea como si estuviera durmiendo. El médico dice que puede tardar hasta tres días. La Diócesis no ha pedido seguridad o medidas de protección
El abogado aclaró que no se tiene la reconstrucción completa de lo ocurrido debido, precisamente, al estado en que se encuentra el Obispo, pero se cree que fue interceptado al salir de su domicilio y posteriormente privado de su libertad.
LEE: Iglesia de Cuernavaca prepara Caminata por la Paz ¿cuándo será?
Informó que los estados de cuenta bancarios del Obispo reflejan retiros y compras con sus tarjetas durante el tiempo que estuvo desaparecido. Además, se ignora el paradero de su camioneta.
¿Hay relación entre el secuestro y su negociación en Guerrero?
El abogado Pedro Martínez negó que haya una línea de investigación que relacione este delito con las recientes negociaciones del Obispo en Guerrero para pacificar la región.
LEE: ¿Qué le pasó al Obispo de Chilpancingo Salvador Rangel en Morelos?
¿Cómo ocurrió la desaparición del Obispo Salvador Rangel?
Con base en la denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Morelos, el sábado 27 de abril, el Obispo le dio el día libre a su chofer, y se presume que salió de su domicilio ubicado en Jiutepec.
El domingo 28, al no tener noticias de él, encontraron en su casa sus teléfonos cargando, y esperaron en vano su retorno.
Ante la situación, el 29 de abril, la Diócesis de Cuernavaca buscó al abogado Pedro Martínez Bello, a fin de que se iniciara la denuncia ante la Fiscalía, y la Conferencia del Episcopado Mexicano difundió la situación.
Horas más tarde, se confirmó que el Obispo estaba en el hospital general "José G. Parres" en donde había ingresado luego de ser abandonado en el poblado de Ocotepec.
Lo que percibimos es que lo fueron a dejar a las afueras de Cuernavaca, en el poblado de Ocotepec. No sabemos cómo llegó o sí fue un ciudadano quien lo sube a una ambulancia porque él llegó en carácter de desconocido
Pedro Martínez Bello, representante legal
El lunes, tras confirmarse la localización del Obispo, el fiscal general Uriel Carmona Gándara se trasladó al hospital, y ahí estuvo por casi diez minutos.
Lo que estamos investigando es la posibilidad de que haya sido víctima de un secuestro exprés, en donde pudieron privarle de algunas cantidades de dinero en cajeros automáticos. Esa es la línea que ahora estamos trabajando
Uriel Carmona Gándara, Fiscal General de Morelos