Lourdes Izaguirre y María del Pilar Meléndez son vecinas de la colonia Jardines de Cuernavaca, pero no solo tienen en común el lugar donde residen, sino también el cambio en su rutina diaria a causa de la inseguridad y violencia que ha imperado en esta zona ante el olvido de las autoridades.
Sí bien no se conocen entre sí, al ser un área cercana a 42 hectáreas, han coincido que en los últimos años la incidencia delictiva ha ido al alza, teniendo que reforzar su seguridad hasta con doble chapa y barrotes en sus ventas para cuidarse.
La colonia Jardines de Cuernavaca se caracteriza por tener relativamente pocos establecimientos comerciales, y la mayoría de ellos operan en la actividad educativa. Mayormente está conformada por casas residenciales, siendo más conocida por resguardar "La Tallera", espacio cultural que tiene como misión divulgar y contribuir a la investigación del legado de David Alfaro Siqueiros, por quien lleva su nombre.
La percepción de Cuernavaca empañada por la inseguridad
Desde hace tres años, la profesionista en educación, Lourdes Izaguirre, decidió trasladar su residencia de Ciudad de México a Cuernavaca con la esperanza de una vida más tranquila, en especial por cómo ofertaban a la ciudad, particularmente por su clima, al no ser por nada llamada "La Ciudad de la Eterna Primavera" y hasta homologada con la gran Florencia en Italia.
Sin embargo, al paso de los años está ilusión ha quedado solo en un anhelo debido a que en sus tres años viviendo en la capital del estado ya ha sido espectadora de muchos hechos delictivos, que han provocado tenga que modificar su rutina diaria y hasta su espacio de vivienda.
"Tuve que levantar mi reja, puse protecciones en mis ventanas, tengo cuatro llaves adentro, las ventanas atrancadas, así vive uno en esta ciudad", reconoció.
Otra de las vecinas de la zona es la señora María del Pilar Jiménez, quien tienen 48 años viviendo en Jardines de Cuernavaca y en este lapso nunca había experimentado una situación de tanta incertidumbre y miedo por la inseguridad.
Si bien de forma individual no ha sido víctima de un acto delictivo, sí ha escuchado muchas historias de sus vecinos y hasta de gente de servicio que camina por las calles de la colonia a quienes les han quitado sus pertenencias.
Ante ello, la señora ha decidido no salir sola a caminar y cuando lo hace siempre es acompañada o en casos de tener que hacerlo sin compañía deja sus pertenecías importantes en casa.
"Antes salías a todas horas y más en la noche y no había ningún problema, pero hoy no se puede, aunque uno quisiera es imposible, prefieres cuidarte", aseguró.
Los robos a casa habitación y transeúntes están a la orden del día en Jardines de Cuernavaca, a tal grado que a pesar de estar en el estacionamiento de sus casas los ladrones logran robarse las llantas de los coches.
Para María del Pilar la falta de presencia policiaca es lo que ha generado esta ola de inseguridad, requiriendo de mayores rondines a todas horas para así por lo menos controlarlo.