Desde los años 90s, un grupo de cerrajeros en Morelos ha tratado de que los talleres de llaves que existen en todo el territorio, sean supervisados por las autoridades ya que en algún tiempo fueron incluidos en la ley de empresa de seguridad privada, pero jamás los certificaron como comercios seguros.
La intención es poner un candado a aquellos mecánicos que acceden a colaborar con la delincuencia, pues se sabe que en ocasiones aceptan venderles llaves para que puedan entrar a los domicilios o comercios a robar con facilidad.
“El cien por ciento de la seguridad de los ciudadanos esta en nuestras manos, entonces, creo que es urgente, así que ya lo hemos platicado con el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, para que insistamos en incluirnos en la ley”, dijo Santiago Cesar Ayala Franco, propietario de “Cerrajerías Ayala”.
Los cerrajeros incluso ofrecieron a las autoridades preventivas darles un curso de capacitación para que los policías conocieran las herramientas más básicas y complejas de cerrajería con el objetivo que los elementos pudieran detectar a aquellas personas que se dedican al robo a casa habitación o comercios de forma “profesional”.
“Pero ni eso les interesó, a mi me han detenido en mi auto con la herramienta y no saben ni a que me dedico. La gente cree que somos cerrajeros básicos, pero también trabajamos con autos y existe mucho equipo que viene del extranjero que no esta reglamentada”, comentó.
Actualmente no existe un padrón de cuántos de estos comercios existen en Morelos y tampoco las autoridades municipales regulan la colocación de nuevos talleres pues basta con poner una cásate en cualquier sitio para operar en avenidas o calles donde no debe permitirse.
GASTO EN SEGURIDAD
En los últimos años, los ciudadanos han recurrido con mayor frecuencia a las cerrajerías para aumentar la seguridad de sus casas o negocios, lo que actualmente representa un gasto oneroso ya que la instalación más básica cuesta cinco mil pesos.
“El precio va dependiendo de la cantidad de puertas que se tienen; si se quiere un candado o una instalación más eficiente, pero por ejemplo en una entrada sencilla con un candado, se necesita hacer modificaciones de herrería, más el el candado y la mano de obra son cerca de cinco mil pesos”, explicó.
Comentó que para evitar los “cortinazos” en los negocios, también existen varias opciones que los ciudadanos pueden consultar con expertos en la materia, así que recomendó acudir con los negocios establecidos.
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