Desde el joven que habla al 911 para pedir una pizza, el que no puede dormir y quiere platicar con alguien hasta el que alerta sobre una bomba en su escuela para no aplicar la evaluación semestral, son los registros que tiene diariamente en el Centro de Coordinación Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C5), principalmente en los municipios de Cuernavaca, Jiutepec y Temixco.
"Llaman para hacer bromas, contar chistes, preguntar la hora, saber si circula el vehículo, pedir una pizza, llamados realmente lamentables porque hacen que se movilice a personal de la Comisión Estatal de Seguridad ante un hecho irreal", señaló Yahir Rodríguez González, encargado de difusión del C5, quien destacó que ocho de cada 10 llamadas a los números de emergencias 911 y 089 son falsas.
Rodríguez González agregó que estas llamadas se incrementan hasta 50 por ciento sobre todo el Día de los Santos Inocentes, el 28 de diciembre, o cuando los jóvenes aplican evaluaciones semestrales; este tipo de llamados tiene que ver con denuncias anónimas en las que presuntamente alertan sobre bombas instaladas dentro de los planteles educativos.
El año pasado pusimos en marcha una campaña para concienciar a los jóvenes, así como pláticas para pedirle que se tomen en serio estas herramienta de auxilio ciudadano, resaltó.
Lamentablemente las llamadas que se reciben en el C5 no pueden dejar de atenderse debido a que en el momento en que se recibe se implementa un protocolo de atención el cual se graba, de tal manera que quienes llegaran a no aceptar las llamadas podrían incurrir en una falta administrativa, aún cuando se tratara de una broma.
En las pláticas que hemos impartido en las escuelas públicas y privadas les platicamos la historia de Pedro y el Lobo para que aprendan a dimensionar sobre las llamadas de broma, finalmente son herramientas ciudadanas que deben estar ahí para atender en caso de ser necesario.
Lo anterior durante un a plática con personal docente y administrativo de la Universidad Internacional (Uninter).