CIUDAD DEL VATICANO.- La manipulación realizada por el Vaticano de una carta escrita por el Papa emérito Benedicto XVI en la cual defiende a su sucesor Francisco y la censura de uno de sus párrafos desató una intensa polémica en las últimas horas.
La tarde del lunes 12 de marzo, en la víspera del quinto aniversario de la elección papal de Jorge Mario Bergoglio, la sala de prensa de la sede de la Iglesia católica difundió en un boletín algunos párrafos de la misiva firmada por Joseph Ratzinger.
En el texto, el pontífice emérito celebraba la publicación de 11 libros dedicados a la teología de Francisco porque la iniciativa buscaba “oponerse y reaccionar” al “necio prejuicio” según el cual, el Papa argentino “carece de particular formación teológica o filosófica”.
“Los libritos demuestran con razón que el Papa Francisco es un hombre de profunda formación filosófica y teológica, y ayudan por este motivo a ver la continuidad interior entre los dos pontificados, aún con todas las diferencias de estilo y de temperamento”, agregó.
Pero el comunicado oficial, firmado por la Secretaría de Comunicación del Vaticano, no incluyó el texto integral de Benedicto, sino que recortó voluntariamente el último párrafo, donde Ratzinger declinaba a escribir un comentario sobre los libros.
Con el boletín, la sede de la Iglesia católica difundió una extraña fotografía de la carta junto a los mencionados volúmenes, pero la misma fue manipulada para ocultar, con la técnica del difuminado, el último de los párrafos.
La operación no sólo representó un recorte a los dichos de Joseph Ratzinger sino que sirvió para presentar públicamente la idea de un espaldarazo abierto del Papa emérito a su sucesor. Pero la maniobra se descubrió pronto.
El mismo secretario de Comunicación del Vaticano, Dario Edoardo Viganó, leyó el texto completo de la misiva durante la conferencia para presentar la colección sobre la teología de Francisco, el mismo lunes 12 por la tarde en la sede de la Radio Vaticana.
La lectura incluyó el párrafo oscurecido en el cual, Benedicto XVI señaló: “Sin embargo, no me apetece escribir sobre ellos una breve y densa página, porque siempre, en toda mi vida, me ha quedado claro que habría escrito y que me habría expresado solamente sobre los libros que he leído verdaderamente”.
“Desgraciadamente, incluso por razones físicas, no soy capaz de leer los once volumencitos en el fututo próximo, y mucho menos ahora que me esperan otros compromisos que ya he asumido”, añadió.
La polémica se desató cuando algunos periodistas difundieron el texto integral de la misiva, cuestionando la decisión de las estructuras comunicativas de la sede de la Iglesia católica de recortarle y de manipular tecnológicamente una fotografía oficial.