TOLUCA. Es incomprensible que en un pueblo tan católico y cristiano haya tanta violencia y hasta un desprecio a la vida humana, pues no sólo se contentan con matar, sino con hacerle cosas horribles a los cuerpos, señaló el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, quien aseguró que este país tiene mucha sed de paz.
Al ser cuestionado sobre la situación de violencia que prevalece en el país derivado de tantos asesinatos, el representante de la Santa Sede de la Iglesia Católica en México aseguró que en los tres años que lleva en este país, aún no ha comprendido porque en un pueblo tan católico exista tanta violencia.
Tal parece, subrayó que hay un severo desprecio a la vida humana, pues aquellos que cometen los asesinatos no sólo se contentan con matar a la gente sino que además les hace cosas horribles a los cuerpos.
“Estoy seguro que estas atrocidades no las comete el pueblo. Yo espero que pronto el pueblo unido con las iglesias y las autoridades civiles puedan realizarse de este miedo”, enfatizó Franco Coppola.
Y es que declaró el Nuncio Apostólico en México parece que hay una capa de plomo que impide a la personas desarrollarse y hacer valer su derecho a la vida.
“Creo que estamos en una situación muy grave por lo menos en estos últimos dos años, por lo que es hora de encontrar una solución. No se puede seguir así, pues México se ha convertido en el país donde hay más personas asesinadas”, recalcó.
Es inútil, aseveró, buscar culpables, más bien se requiere de estudiar a fondo estrategias que permitan al país salir de esta penosa situación. De hecho, añadió, la iglesia católica a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ya hizo un llamado a las autoridades para actuar al respecto.
“Esperamos que pronto las autoridades civiles encuentren un camino para ayudar a todo el pueblo a restaurar la seguridad en el país”, insistió el representante del Vaticano en México.
Ante este ambiente de violencia que poco a poco carcome al país, admitió que México necesita unidad, pero sobre todo merece paz.