A lo largo del tiempo, preservar las historias ha sido parte fundamental de la vida del hombre y qué mejor que hacerlo a través de una canción, ir desde cumbias, pasar por el rock, heavy metal o hasta el reggaetón; de una polka o incluso hasta un corrido.
“Los géneros musicales como tal, no se deben satanizar, en lo que se debe tener cuidado es en las letras y el mensaje de la canción”, coincidieron expertos en historia y sociología y cultura musical, al referirse a las diversas expresiones que han surgido en los últimos años con los ya conocidos corridos tumbados.
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El filósofo Alejadro González Sánchez explicó que los temas que se escuchan diariamente en el ir y venir de las personas es parte de una evolución, pues la música siempre ha representado lo que está en el latir o preocupación de la sociedad, “la música como tal nunca representa lo que la sociedad quiere o los valores que se pretenden enarbolar, representa lo que la sociedad es”, puntualizó.
Platicó que los corridos surgieron con esa naturalidad y la necesidad de contar las historias de ciertos personajes, como una especie de juglaría o poema, sin embargo un hecho siempre tiene dos o más versiones, donde la oficial se conjunta con aquella que la gente suele contar a modo de relato fantásticos con su toque de realidad, es ahí donde intervienen los corridos, que en su esencia cuenta la historia de “los villanos que no están dentro de lo oficial”.
El también doctorante de Filosofía en Historia de las Ideas, enfatizó que la música siempre dice algo que incomoda, por ello en la actualidad los corridos tumbados generan malestar para alguna parte de la sociedad, a pesar de que musicalmente es más suave en comparación con décadas pasadas, “si no sabes español, crees que es una música agradable, hasta que analizas las letras”, dijo.
“Nosotros cambiamos junto a la música (…), esta es un espejo en sus diferentes formas de la sociedad, nos guste o no, nos cuentan una parte de lo que estamos pasando”, comentó al referirse a las letras que se abordan en este género.
Por su parte la musicoterapeuta, Maythe Barbier, dejó claro que la música que se escucha en cada temporada representa a una sociedad y las canciones son la estampa de lo que existe en ella. Explicó que en México y en estados como Durango, hace falta hacer más conciencia en las letras de estas canciones, que en la música en sí.
Aseguró que en la actualidad la falta de comprensión lectora en los niños y adolescentes está presente, y esto se visualiza cada vez que repiten la letra de su canción favorita, aunque no comprenden lo que dicen. Expuso que esto viene en gran medida, derivado de la pandemia y la falta de socialización por parte de estas generaciones que durante casi dos años se desarrollaron de forma aislada.
Ahora al intentar encajar con sus similares, o pertenecer a grupos, lo hacen a través de los mismos gustos musicales que generalmente son aquellos que están de moda.
Mayte Barbier expuso que el control de padres hacia sus hijos en cuanto a los gustos musicales puede ser fallido en la mayoría de los casos, pues estos no tienen el control de lo que se hace viral, ante ello es mejor quitar los temas tabú de la mesa y hablar para entender el motivo por el que les gustan géneros como los corridos tumbados o el reggaetón.
“Si se sientan juntos y analizan entre los dos la letra de las canciones que les gustan a ambos pueden conectar con las nuevas generaciones y comprender qué está pasando, tal vez escuchan ese género solo por el sonido del bajo sexto, o porque el cantante es guapo, solo con el diálogo se darán cuenta”, comentó la especialista.
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Aseguró que el respeto entre padres e hijo siempre debe existir y las conversaciones se deben dar entre dos personas pensantes, por lo que entre mayor empatía exista de las dos partes se puede llegar a acuerdos y avanzar.
“La música es la expresión de lo que estamos viviendo, el género musical como tal no se debe satanizar, en lo que se debe tener cuidado es con las letras y el mensaje de la canción, las palabras son muy poderosas en la mente”, subrayó.
Mientras que en el mismo tema y las posibles restricciones que se puedan dar a los narcocorridos en el estado de Durango, como ya ha ocurrido en otros estados del país, el titular del Instituto de Cultura del estado (ICED), Francisco Pérez Meza, comentó que restringir la difusión de temas es facultad del Congreso del Estado, “quien puede determinar la prohibición, es el Congreso siempre bajo los argumentos legales correspondientes”.
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Resaltó que el ICED difunde las diferentes vertientes, y siempre apoyará el talento local desde cultura popular hasta las bellas artes, las cuales enriquecen al estado.
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