“Ya no hay miedo solamente ganas de exigir justicia”, dijo Martín Huicochea Garduño, hijo de María Luisa Garduño, la activista que fue asesinada en Temixco; hasta la fecha no se han dado a conocer mayores detalles sobre los presuntos responsables. La falta de resultados en la investigación le impiden creer en la Fiscalía General de Justicia, desde donde la respuesta ha sido la misma que hace tres meses: “No tenemos nada”.
El pasado 28 de enero la activista María Luisa Garduño fue asesinada al interior de un bar, era recordada luego de convertirse en luchadora social tras el feminicidio de su hija Ana Karen, a manos de su pareja, que tampoco ha sido detenida.
A más de 3 meses, su hijo, el único sobreviviente de su familia, acudió a colocar su fotografía en la ofrenda a las víctimas localizada afuera de Palacio de Gobierno; ahí contó que el miedo lo paralizó, evitando tener el valor para salir de su casa. “Yo no había podido salir por miedo, tampoco había hablado por miedo. Después de 3 meses por fin hemos venido a la poner la fotografía a la ofrenda para que sea un recordatorio constante para los que entran a este sitio”.
Explicó que no había aceptado que ningún colectivo representara o hablara por su madre, por lo que hasta hoy ha tomado la decisión de continuar él mismo con su lucha “apoyando a las víctimas y pedir justicia para ella, porque a pesar de que estaba enferma le daba satisfacción que alguna familia encontrara justicia”.
Martín, a diferencia de miles de jóvenes que este día aprovechan para obsequiar ropa, zapatos, flores, o una rica comida a sus madres, se conforma con recordarla y lanzar un grito de justicia para ella.
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