A un año de la muerte del activista Samir Flores Soberanes, los habitantes del pueblo de Amilcingo no han perdido ni un motivo para protestar. Tampoco para dejar de llorar: el 20 de febrero de 2019, Flores Soberanes, quien fuera uno de los principales opositores al Proyecto Integral Morelos (PIM), fue asesinado en la puerta de su casa antes de salir a conducir el noticiario matutino de la radio comunitaria "Amiltzinko", que él mismo había fundado años atrás. El asesinato, hoy, sigue impune.
"Es difícil pensar, creer que ya no está con nosotros. Es difícil despertar y no escuchar su esmeriladora, no escuchar que está trabajando, o no sentarnos a la mesa y escuchar las noticias; es realmente difícil que mi hermano no esté con nosotros", dijo este jueves, entre sollozos, Nayeli Flores Soberanes, su hermana, momentos después de develar un busto en su memoria en la primaria que hoy lleva su nombre, y por cuyo reconocimiento oficial ante el estado también luchó en los últimos meses de su vida.
Un año sin resultados
De acuerdo con Jaime Domínguez Pérez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTA-MPT), organización que agrupa a las comunidades que se oponen al gasoducto, el acueducto y la termoeléctrica que conforman el PIM, Samir Flores Soberanes se ha convertido en un ícono de lucha no sólo para México, sino para el mundo, un factor que debería obligar al gobierno federal y estatal a entregar resultados en la investigación de su asesinato. Hasta ahora, ninguno de los dos lo ha hecho.
"En el caso de Samir no ha avanzado la investigación, no les interesa, es un año y ya el compañero ha trascendido, pero en esta lucha su muerte se da en un momento coyuntural contra los megaproyectos y ya es un ícono a nivel nacional e internacional, tienen que resolverlo, y si no pueden se les va a crear un verdadero problema, va a crecer esto", expresó.
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Desde el momento de su muerte, los integrantes del FPDTA-MPT, así como de los grupos Amilcingo en Resistencia y Huexca en Resistencia, en la región Oriente de Morelos, han culpado al Estado por el asesinato del activista y exigido que la línea de investigación contemple a los funcionarios que estuvieron en contacto con él en sus últimas horas: un día antes, el 19 de febrero, Samir Flores asistió a una asamblea informativa, organizada por el gobierno federal, sobre los beneficios de la termoeléctrica de Huexca, rumbo a la consulta que se realizaría ese fin de semana.