En la visita que realizó este viernes al pueblo de Anenecuilco, Morelos, para inaugurar las 15 obras que el gobierno federal realizó en el municipio de Ayala en conmemoración del Centenario Luctuoso de Emiliano Zapata Salazar, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegó este lunes a la localidad en medio de protestas, reclamos y hasta la amenaza de uno de los elementos de seguridad que resguardaron el evento, hecho que fue denunciado en redes sociales por los activistas que se dieron cita para manifestarse.
El hecho ocurrió cuando el presidente llegó al campo deportivo de Anenecuilco, en cuya cancha se realizó el acto oficial, luego de haber visitado el Museo Casa Zapata. Ahí, el mandatario era esperado por manifestantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos (APPM), quienes se manifestaron contra acciones de su gobierno, principalmente contra el Proyecto Integral Morelos (PIM) y su termoeléctrica en Huexca, Yecapixtla; pero también por un nutrido grupo de pobladores que salieron en su defensa, agradeciendo la inversión de más de 200 millones realizada en Ayala. Fue entre los jaloneos y gritos que se registraron entre las dos fuerzas que un hombre, vestido de civil, desenfundó el arma. No se registraron disparos.
AMLO minimiza oposición en Anenecuilco
A pesar de las manifestaciones, el presidente de México consideró que en Anenecuilco, lugar que vio nacer a Emiliano Zapata en 1879, fue recibido con respeto:
"Decían algunos que cómo íbamos a venir a Anenecuilco si aquí había una gran oposición, pero lo que encontramos fue mucho respeto y mucho cariño de la gente", dijo, ya ante el micrófono, sólo unos minutos después de lo que había ocurrido afuera.
En su discurso, Andrés Manuel López Obrador llamó a la tolerancia:
Hasta en nuestras familias tenemos diferencias, y hay que ser tolerantes; no todos podemos pensar de la misma manera, tenemos, eso sí, que respetarnos.
Zapata y la UNTA insisten en retiro de la pintura de Fabián Cháirez
Minutos antes de los jaloneos, Jorge Zapata González, nieto de Emiliano Zapata Salazar, insistió en la exigencia del retiro de la pintura "La Revolución", de pintor Fabián Cháirez", del Museo del Palacio de Bellas Artes. Lo hizo acompañado de integrantes de la UNTA:
"Ahorita sí porque se trata de nuestro general al que están denigrando con esa pintura", dijo, ante la pregunta un reportero que le cuestionó sobre si el retiro de la pintura es más importante que la lucha de justicia que inició el Caudillo del Sur a principios del siglo XX.
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