Hasta hace unos años, la palabra ecología todavía nos resultaba distante. En las escuelas, parecía como si se tratara de un tema que los maestros estaban obligados a dar, pero que no era necesario aprender: fuera del salón de clases, las bolsas de plástico seguían reinando en los mercados y todo, en realidad, parecía hecho de plástico: nuestros juguetes, los utensilios, los desechables en fiestas y convivios. Hoy, sin embargo, lo que en ese entonces parecía una amenaza lejana se ha vuelto una realidad. Pocos esperábamos que ocurriera tan pronto.
De acuerdo con el Programa para el Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas, 2020 es un año que requiere una acción urgente para encaminar al mundo hacia un futuro sostenible. La ONU ha nombrado este 2020 como un "súper año".
Este será un 'súper año' para el medio ambiente, un año decisivo en el que los países definirán la agenda de la acción ambiental para la próxima década, recordaba esta oficina de la ONU el pasado 23 de diciembre.
Durante los dos años pasados, el mundo entero pareció mostrar señales de que las cosas estaban cambiando: se viralizaron retos de recolección de basura, de reciclaje, de acciones a favor del medio ambiente. En México, la capital decidió que para este año se le diría adiós a las bolsas de plástico, optando por opciones menos invasivas con el medio ambiente. Pero llegó 2020, y con éste un incendio desastroso en Australia.
El 2020, un reto
Este año inició con malas noticias: además de la amenaza de un nuevo conflicto internacional, los incendios de Australia han enrojecido la herida que nos atrevemos a negar: nuestro planeta está muy lastimado y el calentamiento global es innegable. En México, los ciudadanos nos enfrentamos a un nuevo reto que habrá de requerir un compromiso diario: optar por reutilizar y reciclar, o seguir con la forma de vida a la que estamos acostumbrados.
Hay opciones. De hecho, cada vez se nos ofrecen más: desde reutilizar bolsas y cargar siempre con platos, vasos y cucharas con nosotros, hasta contribuir con acciones de limpieza y nuevos compromisos en las comunidades. Entre más reduzcamos nuestra huella perjudicial en el planeta, mejor.
¿Vale la pena reciclar?
De acuerdo con el portal Comunicación de Sustentabilidad y RSE (Expoc), el reciclaje es sin duda una de las formas más sencillas para colaborar con el cuidado del medio ambiente. Dicho portal enumera 10 ventajas por las que vale la pena formar parte de estas acciones:
- Conserva los recursos naturales.
- Forma parte de una industria que genera empleos.
- Protege la biodiversidad.
- Contribuye a la reducción de energía.
- Permite reducir la contaminación.
- Se crea una consciencia social.
- Resulta económicamente beneficioso.
- Se contribuye a combatir el calentamiento global.
- Una cultura de reciclaje promueve la búsqueda de nuevas prácticas verdes.
- Fortalece el tejido social.