Cada año Don Fulgencio Menes Mora, viaja desde Berlín para visitar en el día de muertos la tumba de su madre, en el Panteón de la colonia Teopanzolco; además de adornar la tumba con las flores que marca la tradición, también coloca dos botellas de anís y jerez, bebidas que eran las preferidas de su madre y contrata músicos. Don Fulgencio, este dos de noviembre, acudió nuevamente al panteón; su mamá quien en vida llevo el nombre de Victoria, murió a los 87 años de edad en sus brazos.
Antes de que se apagara su vida, ella le pidió que le diera de beber su anís, es por eso que cada año además de llevarle sus macetas de flor de cempasúchil, le lleva dos botellas grandes de estas bebidas, eran sus favoritas. Mientras limpiaba la tumba de su mamá, contrató a unos músicos y pidió como primera canción la que en vida fuera la favorita de su madre: "Chubasco".
Su mirada se nubló, sobre su rostro rodaron algunas lagrimas, mismas que limpió con un pañuelo blanco, al tiempo que expresaba con sentimiento "madre, perdón". No pudo evitar pedir más canciones, como "Amor Eterno", entre otras; con las cuales bailó y no dejó de mirar la tumba de quien más extraña. Fulgencio Menes relató que Victoria tuvo 15 hijos, los cuales no pueden venir, ya que unos viven en Estados Unidos y otros más en Guadalajara.
Finalmente, Fulgencio sembró una planta de cempasúchil a un costado la cruz de la tumba, y con lagrimas expresaba extrañarla mucho.