A una hora y media del cine más cercano, los habitantes de la comunidad de Chalcatzingo, en el municipio de Jantetelco, ven prácticamente restringidas sus posibilidades de disfrutar de una película en una sala de cine comercial. Eso fue lo que llevó al colectivo “Unidos por Chalcatzingo” a organizarse para tratar de recrear la experiencia de ir al cine para cerca de 150 niños, un proyecto que inició en el año pasado y que, de acuerdo con sus integrantes, habrá de continuar.

De acuerdo con Adrián Faraón Tadeo, impulsor de la iniciativa “Unidos por Chalcatzingo”, la iniciativa surgió al analizar la situación que enfrenta gran parte de las familias de la comunidad, integradas, en promedio, por cuatro integrantes, con padres de familia que son jornaleros o trabajadores del campo y que ganan muy poco.

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“Para una familia de cuatro personas, irse a Cuautla, pagar los pasajes, las cuatro entradas, las palomitas, o el helado, si alguien se le antoja; el agua, el regreso, representa un gasto de entre 500 y mil pesos, que es el sueldo de una semana de un jornalero o un campesino”, explica Adrián.

Los integrantes del grupo comunitario decidieron unirse en cooperaciones para hacer posible que los niños de Chalcatzingo vivieran la experiencia de ver una película en el espacio más parecido a una sala de cine que encontraron: el auditorio de la localidad. Pero no solo se limitaron a eso: imprimieron boletos y se los entregaron a los niños, quienes pudieron canjearlos por palomitas, agua y otras golosinas durante la función. La primera función fue la segunda parte de la trilogía de “Shrek”, porque solo contaban con el catálogo de Netflix.

“Lo más accesible que teníamos era una cuenta de Netflix, así que era la película más entretenida para ellos. La ida al cine es cara, por la distancia, por los precios y porque lo que se gana aquí no da para darse ese lujo de forma recurrente”, recuerda Adrián.

Además de las funciones de cine, el grupo ha llevado a cabo varias actividades que intentan brindarle a la población experiencias que, por lo general, solo están disponibles en las zonas urbanas, como la ocasión en que llevaron a varias familias a pasear por el pueblo en un turibús en desuso, arrastrado por un tractor, con destino a la zona arqueológica de Chalcatzingo.