Cinco siglos después de la Conquista española, los habitantes del municipio de Axochiapan, en la región Oriente de Morelos, conservan una tradición que, en su momento, maravilló a los españoles que formaron parte del proceso de evangelización hacia los indígenas mexicanos: la elaboración de Arcos de Cucharilla.

Durante una celebración que tiene lugar a mediados de enero, los Arcos de Cucharilla se usan para aderezar los festejos a San Pablo Apóstol, santo patrono de los habitantes de Axochiapan, quienes este 2020 iniciaron los festejos el 8 de enero y los culminarán el próximo 28. De acuerdo con el historiador Óscar Cortés Palma, estos objetos, elaborados con la planta de cucharilla (Dasylirion acrotrichum), una planta que parece cuchara, son usados como adorno para las fiestas.

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"Antes, los voluntarios recolectaban la planta de cucharilla en la tierra fría de Nopala, o el cerro grande", explica el historiador, que también es habitante de Axochiapan.

Para valorar la importancia de esta tradición, Cortés Palma ha rescatado las palabras que dijera el misionero franciscano Toribio de Benavente, en el año 1538, al ver los arcos de cucharilla elaborados por habitantes de Tlaxcala:

"Hicieron una solemne fiesta, si en ella se hallaran el papa y el Emperador con sus cortes, [...] (notarían) como gente que hasta ahora era tenida por bestial supiese hacer tal cosa. Iban en procesión el santísimo Sacramento. Había muchos estandartes de santos [...] los que acompañaban la procesión llevaban velas encendidas [...] danzas regocijaban la procesión. Había en el camino capillas con altares y retablos bien aderezados, para descansar [...] cantando y bailando delante del santísimo Sacramento. Estaban diez arcos triunfales grandes [...] Había repartidas por los arcos unos florones grandes, hechos de unos como cascos de cebolla, redondos, bien hechos, y tienen buen lustre, había tantos que no se podían contar".

En la actualidad, la elaboración de estos arcos en Axochiapan no sólo depende de las manos de las personas de mayor edad, sino que ha sido transmitida a las nuevas generaciones.

"Los arcos de cascos de cebolla redondos lustrosos vistos por el fraile Motolinia en el año de 1538 eran plantas de cucharilla, como las utilizadas, casi quinientos años después, en la fiesta patrona de San Pablo Apóstol de Axochiapan", afirma el historiador.