El próximo 29 de octubre el poblado de Huazulco, en Temoac, realizará su tradicional trueque prehispánico de cara a los festejos del Día de Muertos.
Hasta esta comunidad, ese día, a todas horas llegan pobladores de municipios aledaños como Ocuituco, Tetela del Volcán, Hueyapan, Zacualpan de Amilpas y Yecapixtla para realizar el tradicional trueque que ha pasado de generación en generación en esta zona de los Altos de Morelos.
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El trueque se lleva a cabo en la plaza principal e incluso en calles aledañas de este pueblo de origen xochimilca.
Durante el trueque, los pobladores de Huazulco realizan el intercambio de productos con cientos de visitantes, los cuales llegan con productos de temporada que producen en sus municipios, muchos de utilidad para las ofrendas, desde los tradicionales tejocotes, caña, calabaza, flores, aguacates, trastes de barro, leña, y hasta el carbón que sirve para sahumar la ofrenda.
Los nativos ofrecen a cambio sus tradicionales dulces de amaranto, sin faltar las típicas calaveras elaboradas artesanalmente de este cereal, así como una gran variedad de productos como la palanqueta, el jamoncillo, las alegrías, las obleas, entre otros.
El trueque prehispánico tradicional, comienza desde las 5:00 de la mañana y hasta que cae la noche.
“Incluso hay quienes trasnochan en nuestra comunidad y todavía continúan con esta actividad el día 30”, dice Luis Mitzi Castillo, fabricante de dulces en Huazulco, quien, a su corta edad, 22 años, ha heredado esta tradición de sus familiares.
Mi abuelita, doña Vicenta Meza Cerezo, de 87 años, me llevaba desde niño a participar de este trueque, desde ahí aprendí a llevarlo a cabo, hasta la fecha lo hacemos con mucha tradición y respeto por nuestros antepasados.
Dijo que, entre la gran variedad de productos, él suele intercambiar sus dulces principalmente por frutas, algo de leña y carbón, ya que este último material es muy utilizado cuando se les acaba el gas.
“Llegan familias enteras de los diferentes municipios cercanos, he contado hasta 400 familias de los Altos de Morelos, de la región de Tetela del Volcán que llegan con una gran variedad de frutas y flores que son de gran utilidad para las ofrendas; es una manera de adquirir productos sin manejar dinero, ya que ellos se llevan lo que nosotros vendemos y nosotros nos hacemos de productos que vamos a emplear en nuestras ofrendas”.
