Urge revisar las políticas públicas y las leyes para combatir y prevenir los trastornos alimenticios de la bulimia y la anorexia, los cuales afectan de manera alarmante a adolescentes de entre 15 y 18 años de edad, que, incluso los orilla al intento de suicidio, y es un grupo social que ha incrementado en 300 por ciento, en los últimos años, alertó la senadora Lisbeth Hernández Lecona.
Precisó que ambos padecimientos son un problema de salud que ha afectado mucho a este sector social tan vulnerable, pero “lo que queremos es prevenirlo a través de la educación y la cultura, una forma en que los pequeños puedan nutrirse de forma sana, sin especular en el trastorno alimenticio, sobre todo en su figura física y en su cuerpo”, señaló.
Insistió en que dichos trastornos deben prevenirse y que no llegue a consecuencias severas, como lo es el suicidio, la ingesta de bebidas alcohólicas, o provocarse vómito para no asimilar lo que su cuerpo ha comido.
Según la Encuesta Nacional de Salud, 25 por ciento de las mujeres del país de entre los 15 y 18 años han dejado de comer por 12 horas por miedo a engordar, y uno de cada 10 alumnos varones de bachillerato optan por el ayuno como método contra la obesidad o el sobrepeso.
Asimismo, diversos estudios del Instituto Nacional de Psiquiatría aseguran que por lo menos 10 por ciento de los jóvenes con anorexia y 17 por ciento con bulimia tuvieron un intento de suicidio, y que únicamente 25 por ciento recibió un tratamiento especializado.
Por estas razones, Hernández Lecona afirmó que apoya junto con todos los integrantes de su Grupo Parlamentario del PRI, el dictamen para solicitar a la Secretaría de Salud y a las autoridades sanitarias de los 32 estados que impulsen campañas informativas y de concientización para prevenir los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia