Durante más de cuatro meses, la comunidad de Ixtlilco El Grande, perteneciente al municipio de Tepalcingo, padeció una grave crisis de agua debido a que la presa El Salto estuvo seca.
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Con las primeras lluvias del actual temporal, la capacidad de esta presa ha regresado prácticamente a su normalidad, por lo que de momento se solucionó la falta de agua para los habitantes fueron abastecidos mediante pipas que les proporcionó el gobierno municipal.
La misma situación padecieron los campesinos que comprenden el ejido y que tampoco tenían agua suficiente para regar sus parcelas.
El excomisariado ejidal, Ramón Solórzano Valero, dio a conocer que tanto para el hogar como para el campo el agua les hizo mucha falta durante toda la temporada de estiaje, pues no tenían ni para las necesidades básicas y mucho menos para regar las parcelas ante la sequía de las cuatro presas con las que cuenta la comunidad.
“Bendito Dios con estas lluvias que han caído en las últimas semanas tenemos agua para sacar adelante nuestras siembras, que en esta región son principalmente el sorgo y el maíz; las presas prácticamente están llenas y nuestro principal bordo que es el más grande abastecedor de agua, está prácticamente a la mitad, por lo que de seguir lloviendo pronto estaremos con agua suficiente para lo que resta del año”.
Respecto al agua que llega a las casas de la comunidad compuesta por cerca de 4 mil habitantes, el ayudante municipal Garmi Quevedo Cortés informó que ante la sequía que se presentó prácticamente desde el mes de febrero y hasta juniocuando empezaron a caer las primeras lluvias, fueron casi 5 meses donde sólo pudieron subsistir con el agua que les proporcionó el gobierno municipal de Tepalcingo mediante pipas.
“A nosotros nos llega el agua de la presa El Salto que se ubica en el cerro del mismo nombre, la cual se secó prácticamente desde el inicio del estiaje, lo mismo ocurrió con la cisterna que nos construyó un gobierno anterior y que en un principio nos manejaron que sería un pozo profundo, pero que no alcanzó más que para los primeras semanas y se quedó también sin agua”.
Esta cisterna de escasos 16 metros, dijo, se encuentra conectada al río de Tepalcingo pero también no tuvo agua y la poca que llegó a tener era solamente para el sanitario, ya que ni para bañarse servía por la alta contaminación que trae el río.
“De hecho aquí en el pueblo todos consumimos agua de garrafón ya que el agua no sirve para el consumo humano”, informó Quevedo Cortés.