Ir al supermercado en estos días no es igual. Falta la experiencia y el saludo cordial de las personas de la tercera edad que trabajan como empacadores. Por seguridad, fueron enviados a sus casas, aunque esto representen problemas que van más allá de un asunto económico.
Desde hace algunos meses, David trabaja como empacador en la tienda Soriana, de Cuautla. Está a punto de llegar a los 70 años; se vale por sí mismo y decidió entrar a trabajar para ganar un dinero y poder ayudar a su familia.
Sin embargo, para David como para otros tantos que trabajan en los supermercados como empacadores el principal objetivo de regresar al mundo laboral es sentirse útiles para la sociedad.
Como él, decenas de personas de la tercera edad prestan sus servicios en las tiendas de autoservicio del país; de ellos, muchos viven solos y subsisten de las propinas que los clientes les dan, otros logran aportar un sustento a sus familias y lo mejor es que logran sentirse útiles y valiosos para los demás.
Hace más de ocho día, en todas las tiendas departamentales de la región, el servicio de lo empacadores se pausó a causa del coronavirus. Todos fueron enviados a sus casas como medida de prevención y evitar los contagios, pues de acuerdo con las autoridades de Salud, este sector de la población es de los más vulnerables ante el Covid-19, lo que generó incertidumbre en los trabajadores. Aunque las tiendas de autoservicio les explicaron el porqué de su suspensión temporal, para quienes viven solos esto representa un golpe a su economía, pero también a su estado de ánimo.
Tan solo en Soriana de Cuautla trabajan 18 adultos mayores como empacadores; todos fueron descansados forzoamente con el único fin de proteger su salud.
Para apoyarlos, algunas tiendas de autoservicio colocaron cajas o botes para que la gente que guste dejar alguna propina lo haga; periódicamente estas cajas serán abiertas y lo recaudado será repartido a partes iguales para todos los empacadores. De acuerdo con David esta entrega de propinas sí se está realizando, el martes pasado fue la primera entrega que los trabajadores de Soriana recibieron. Se acordó que el dinero de las propinas será entregado dos veces a la semana.
El Sol de Cuautla corroboró con algunos cajeros y encargados de la tienda que el dinero de los empacadores sí se está respetando, pero señalaron que son pocos los ciudadanos quienes depositan algunos pesos.
Cabe decir que no todas las tiendas departamentales están haciendo esta colecta.
El señor David llamó a la ciudadanía a, de corazón, donar uno, dos o tres pesos, para todos aquellos empacadores de la tercera edad no importa la tienda departamental de la que se trate, pues más que una ayuda economía, esos pesos pueden hacer la diferencia en que un adulto mayor tenga que comer o no, pero sobre todo pueda pasar estos días más tranquilo o no.
La experiencia adquirida durante la vida no les fue suficiente para poder seguir trabajando, su salud corre peligro y por el momento cada uno de nosotros tendrá que empacar sus propios productos, careciendo de aquel saludo amable del empacador en turno.