No hay nada que celebrar en el día internacional de los pueblos indígenas, aseguró Guillermo Hernández Chapa, de La Coordinadora de Grupos Culturales Indígenas y Populares (CGCIP), no obstante, expuso una serie de actividades, ya que se mantienen en pie de lucha.
Hernández Chapa explicó que las comunidades indígenas originarias del estado de Morelos son víctimas del saqueo y destrucción de los territorios comunitarios, debido a la violación sistemática del marco jurídico nacional e internacional, la simulación, el olvido y el abandono de las políticas de desarrollo del Gobierno estatal, pero; "seguimos sobreviviendo y en pie de lucha", agregó.
Aunque comentó que no hay nada que celebrar por el día internacional de los pueblos indígenas, porque viven en medio de la violencia, el saqueo las violaciones a la ley y la invasión de los territorios, refirió que una delegación de mujeres indígenas de Morelos participará en la asamblea nacional de la Coordinadora nacional de mujeres indígenas a celebrarse del 10 al 13 de Agosto, en Quintana Roo.
Asimismo, invitó al foro “autodefensa o policías comunitarios” en el que habrá experiencias sobre seguridad de comunidades indígenas de Morelos y Guerrero, el 11 de agosto 2019 a las 16:00 horas, en la Ayudantía de la comunidad de San José de los Laureles, en Tlayacapan.
En este contexto, señaló que la próxima asamblea estatal de pueblos será en Cuernavaca, el 19 de agosto de 2018, por lo que exhortó a participar con propuestas sobre territorio, identidad y desarrollo que entregarán a los gobiernos electos de los tres niveles.
Se acaba un sexenio que se ha visto marcado por la prepotencia del poder y la imposición de proyectos destructores de la cultura y los territorios indígenas comunitarios, como la termoeléctrica en Huesca; la ampliación de autopista en Tepoztlán, con más de tres mil árboles talados, un horno de cal ancestral tapado con tierra y asfalto, el centro ceremonial yohualichan destruido
Destacó, además, la amenaza permanente de las concesiones mineras en el Poniente de Morelos que amenazan con destruir la zona arqueológica de Xochicalco, aunque han cancelado la concesión que integraba la poligonal de la zona arqueológica; la carretera siglo XXI desde el Oriente hasta el Sur del estado, que destruye y desaparece una zona arqueológica en Tlaltizapán, y las plantas valorizadoras, las cuales son verdaderos tiraderos de basura a cielo abierto y focos contaminantes con un derroche millonario.
Finalmente, precisó que decenas de proyectos en localidades y cabeceras municipales, con el discurso de promoción del turismo violan en flagrancia, el Convenio 169 de la OIT, el Articulo 2 de la Constitución Federal, así como ordenamientos ambientales y culturales.