Son los recursos del Fonden insuficientes para Lorenzo

Diversas familias de la calle 20 de Noviembre, de la colonia Cuauhtémoc, en Tezoyuca, Emiliano Zapata, resultaron con daños

Jessica Arellano

  · sábado 30 de junio de 2018

A nueve meses del sismo del 19 de septiembre, Lorenzo Neri Moreno, vecino de Tezoyuca, apenas construye su vivienda con apoyo del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), sin embargo, los recursos le han sido insuficientes, por lo que sólo le alcanzó para los cimientos y muros.

Diversas familias de la calle 20 de Noviembre, de la colonia Cuauhtémoc, en Tezoyuca, Emiliano Zapata, resultaron con daños. Lorenzo Neri perdió su casa que compartía con su mamá, la cual tuvo que ser demolida, por lo que fueron apoyados por el Fonden con 120 mil pesos para reconstruir.

Hace algunas semanas, junto con el apoyo de familiares, realiza la edificación de su vivienda, en la cual se puede apreciar que apenas inician con el levantamiento de los muros. “La verdad no alcanza, y en mi situación, menos”, expresó.

Lorenzo Neri, quien, por su físico deteriorado por la artritis, debe recurrir al apoyo de muletas para desplazarse, y que antes del sismo se dedicaba a la venta de fruta y jugos en el Zócalo de Tezoyuca, actualmente acude al tianguis a vender junto con su mamá. Su situación económica no es suficiente para acabar de construir su casa, por lo que estima que los albañiles seguirán dos semanas más levantando los muros y colocando unas láminas como techo. Una vez que pueda ocupar su nueva casa, se enfocará ya a trabajar en su puesto de fruta para reunir el dinero necesario para construir.

Destacó que a él y a sus sobrinas, que también perdieron su casa, les urge terminar de construir sus viviendas, porque ha sido muy difícil vivir bajo las inclemencias del tiempo. En las casas chinas que viven se trasmina el agua de las lluvias, pero refugiarse del sol también es difícil, puesto que esas casas temporales se calientan demasiado. Su cocina y lavadero lo han improvisado sobre la calle, sin embargo, deben permanecer en alerta porque seguido se aparecen en el lugar gente extraña, por lo que no viven con tranquilidad. “No nos pueden robar mucho, son pocas nuestras pertenencias, pero no vivimos con tranquilidad”, finalizó.

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