Desde 2017 no se han hecho pruebas de brucela y tuberculosis de manera regular al ganado para consumo humano, afirmó Eliodoro Piñarrieta Linares, presidente de la Unión ganadera, quien no descarta que por ello puedan generarse epidemias.
Por la falta de presupuesto y no haberse entregado recursos del Fondo de Aportaciones Estatales para el Desarrollo Económico no han aplicado las pruebas de brúcela y tuberculosis, lo que obliga a que de manera independiente y opcional sean los ganaderos quienes realicen las pruebas.
Piñarrieta Linares mencionó que las pruebas aplicadas se llevan a cabo cada dos o tres meses y cuestan 80 pesos cada una.
No existe un número de pruebas, pues los ganaderos tienen de cinco a 40 cabezas de ganado. Un ejemplo que el entrevistado dio es la leche, pues al no conocer el estado de salud de los animales, sus derivados corren el riesgo de estar infectados.”No sabemos qué clase de leche estamos tomando nosotros y nuestras familias”.
Lo anterior impide a los ganaderos acceder a proyectos productivos, pues al no saber el estado de salud de sus animales, los apoyos les son negados.
Aclaró que no se sabe con exactitud si hay algún brote de enfermedad en Cuautla por la carne que se consume, además de que en el rastro municipal no se cuenta con el equipo adecuado para detectar enfermedades en los animales que ingresan para ser sacrificados.