Entre el aumento de la actividad del volcán Popocatépetl, la amenaza de lluvias fuertes, tormentas y granizadas, así como el riesgo de deslaves en asentamientos humanos irregulares y otros peligros por catástrofes, en Morelos, de los dos millones de habitantes, 165 mil personas viven en zonas de riesgo. Es decir, ocho de cada cien morelenses habitan en un peligro al que, más por necesidad que por gusto, se han tenido que acostumbrar.
Sin embargo, la cantidad de población en riesgo es superior a las posibilidades del estado de albergarlos temporalmente, y, en la mayoría de los casos, una reubicación total queda descartada. Ocho municipios completos, por ejemplo, se ubican en la zona de riesgo del Popocatépetl y en ellos radican más de 162 mil personas expuestas a mayor o menor peligro, según la intensidad de las explosiones o erupciones.
Aún peor, las autoridades estatales y municipales no sólo desconocen el tamaño de la población en riesgo, tampoco tienen información actualizada de cada una de las zonas en peligro. El último atlas de riesgo estatal disponible data de 2018 y fue alimentado con información de 2017.
Los datos sobre los espacios disponibles para albergar a la población en caso de desastre también son discordantes. Mientras que el 21 de mayo la Coordinación Nacional de Protección Civil, al elevar el nivel de alerta volcánica a amarillo fase 3, hizo un recuento de los albergues por estado y ubicó a Morelos con 405, la Coordinación Estatal de Protección Civil asegura hay habilitados 19 en un primer momento, y 78 habilitados para refugiar a la población en caso de afectaciones por lluvias en otros municipios; es decir, un total de 97, lo que significa que son 308 albergues menos de los considerados por la Federación en caso de emergencia volcánica. A los 78 tendrían que restarse los que se ubican en la zona de riesgo volcánico:
- Dos en Ocuituco
- Tres en Tetela del Volcán
- Uno en Hueyapan
- Cuatro en Yecapixtla
- Cuatro en Atlatlahucan
- Dos en Totolapan
- Uno en Zacualpan
- Uno más en Temoac
Es decir, 18 de ellos no podrían utilizarse.
De cualquier manera, el espacio de los 97 albergues alcanzaría para refugiar sólo a 42 mil 95 personas afectadas por una catástrofe volcánica. En la contingencia grave más reciente provocada por la actividad del volcán.
Lo que sí actualizó la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo son las zonas de riesgo en caso de contingencia por el volcán, las cuales dividieron en tres fases; la primera, y la que más riesgo representa, abarca el municipio de Hueyapan y una parte de Tetela del Volcán. En color amarillo, que implica menos impactó que la zona roja, pero contempla caída de lava, flujos de lodo e inundaciones al igual que en la zona de alto riesgo, los municipios de Tetela del Volcán y Ocuituco. En peligro menor están los municipios de Totolapan, Atlatlahucan, Yecapixtla, Zacualpan de Amilpas, Temoac y una parte de Cuautla.
Los otros riesgos
La actividad volcánica no es el único riesgo que corre la población, pues, de acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil, hay más de 17 mil personas en zona de riesgo por lluvias, cuyas viviendas podrían inundarse, pero en esta cifra tampoco están contempladas las familias que viven en zona de riesgo por derrumbes; de hecho, no existen datos al respecto.
Y derrumbes ha habido en el pasado reciente. En Jiutepec, el 28 de septiembre de 2021, una parte del cerro de la colonia Vista Hermosa se desgajó y obligó a 20 familias a abandonar sus viviendas. Otro derrumbe que causó la muerte de tres personas, además de daños materiales, fue el del paredón de la colonia Los Pilares, en el poblado de Chipitlán, ocurrido el 14 de septiembre de 2022. Este accidente dejó a más de 50 personas sin hogar.
También en Cuernavaca el 8 de septiembre del 2022, otro derrumbé activó a los cuerpos de emergencia, en esta ocasión se trató del paredón de la mina en la colonia Lagunilla, el desprendimiento de una parte del cerro no causó daños mortales, pero alrededor de 8 familias viven en esta zona con el miedo latente, pero no se pueden salir de sus casas porque no tienen a dónde acudir, ya que la capital del estado no cuenta con albergues habilitados.
Gerardo Reyes Ramos, jefe del departamento de Programas Preventivos en Morelos, explicó que la Coordinación Estatal de Protección Civil solicitó a los municipios del estado indicar los refugios que podrían habilitar en caso de alguna contingencia; sin embargo, Cuernavaca y Tlaltizapán no cumplieron con la petición.
El jefe del departamento de Programas Preventivos en Morelos, indicó que los refugios deben con una serie de requisitos y medidas de seguridad que emite la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coprisem). Entre los requerimientos destacan que los inmuebles tengan luz eléctrica, agua potable y sanitarios.
Gerardo Reyes comentó que una vez que los municipios hacen la propuesta con los lugares, es Coprisem la encargada de determinar qué tan seguro es y en cuanto dan el visto bueno suben a la plataforma “preparados” la ubicación y capacidad con la que cuentan cada uno de los inmuebles.
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“Deben de tener buena calidad del agua, recolección de basura constante, señalización con las rutas de evacuación y extintores, solo por mencionar algunos“, dijo Gerardo Reyes.
En caso de evacuación por cualquier emergencia, se tiene que contemplar el gasto que implicaría transportar a la población, alimentos y en caso de pérdida total estancia permanente.
El estimado de la población en riesgo en total, basado en el último censo poblacional que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y con respecto a cada uno de los municipios marcados como zona de riesgo su totalidad, es de cerca de 162 mil 531 morelenses que podrían ser evacuados.
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