Sexoservicio, un oficio de alto riesgo

En promedio 38 mujeres laboran en el zócalo de Cuautla

Rosaura Hernández | El Sol de Cuernavaca

  · jueves 26 de diciembre de 2019

Las trabajadoras se van al zócalo por las noches / Gude Servín | El Sol de Cuautla

La labor de las sexoservidoras que trabajan en el zócalo de Cuautla sigue siendo peligrosa, no sólo por las Enfermedades de Transmisión Sexual que pueden adquirir, si no por lo que cada hombre con el trabajan pueda hacerles, pero sobre todo por la discriminación de la que son víctimas.

En promedio 38 mujeres trabajan como sexoservidoras en el zócalo de Cuautla, algunas de ellas son madres, otras son mujeres que tienen otro trabajo, algunas viven con sus familias o solas, cada historia es diferentes, pero lo que las une es el trabajo que desempeñan, los riesgos y los tabús de los que son víctimas.

Maricela Elizabeth Zamora Chávez, presidenta del grupo Amate Morelos, señaló que desde hace años esta asociación trabaja con este sector de la población, por años han buscado que ellas puedan realizar su trabajo de una forma segura.


Te interesa:

Sismo en el oriente de Morelos

No llegó el pago a los trabajadores de la UAEM

Citará Congreso a Graco Ramírez

Noche de incendios en Cuernavaca


No las juzgamos nosotros no tenemos por qué juzgarlas, lo único que queremos y que como asociación buscamos es que entre la población no se pueda registrar el contagio de ETS, en estos casos siempre terminan con mujeres amas de casa y madres de familia que no tienen culpa alguna.

La entrevistada señaló que pese a la apertura de la ciudadanía el trabajo de las sexoservidoras sigue siendo muy difícil, pues además de lidiar con los tabús de la población, ellas son juzgadas no sólo en la calle si no en sus propios núcleos familiares.


Uno de los riesgos más grandes que enfrentan son las enfermedades de transmisión sexual, pues aunque cada dos meses la asociación Amate Morelos les realiza pruebas de VIH, gonorrea y sífilis, ellas están expuestas en cualquier momento a adquirir una enfermedad.

Hay hombres que les piden el servicio sin condón y pagan más, pero por lo regular ellas no se prestan a esto, es la única forma que tenemos para asegurar que nadie se podrá contagiar de nada

Además de esto las sexoservidoras se enfrentan a lo que los hombres con los que trabajan quieren hacerles, pues hay casos donde estos les han tratado de pegar o incluso de ahorcar. Los problemas de inseguridad también las afectan, ellas tiene que hacer frente también a la delincuencia organizada que hay en el país.


ANÁLISIS

Daniel Martínez Nuevas Reglas: Guía para iniciar la década

Carlos Aguilera La firma/ Daño colateral/ Luego de nueve meses baja la guardia Villalobos



TEMAS