/ lunes 27 de junio de 2022

Servicios de Salud, en la opacidad

Las imágenes de trabajadores cargando a un paciente por las escaleras dejó entre ver la falta de mantenimiento en uno de los hospitales más importantes de Cuernavaca

“En México se piensa que las construcciones son eternas”, dijo del director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) hace algunas semanas, al señalar que la falta de mantenimiento de los inmuebles es una de las principales causas de accidentes que se pueden prevenir. En los últimos días las imágenes de un elevador descompuesto en el hospital José G. Parres, en Cuernavaca, llamaron la atención de la prensa local y nacional, así como del sector salud y la ciudadanía.

Estas imágenes provocaron que saliera a la luz el estado en el que se encuentra el Hospital General de Cuernavaca “Dr. José G. Parres”, donde se observan elevadores inservibles, techos con goteras que caen en cubetas puestas de manera improvisadas, equipo de cómputo dañado por la entrada de agua de lluvia a las instalaciones; “esto es apenas la punta del iceberg”, dijo el presidente del Congreso del estado, Francisco Sánchez Zavala, haciendo referencia a las deficiencia del nosocomio que atiende a más de un millón de ciudadanos.

Del organismo descentralizado Servicios de Salud de Morelos (SSM) dependen 11 hospitales públicos en la entidad: Hospital General de Axochiapan, el Hospital General de Cuautla, el de Cuernavaca “Dr. José G. Parres, el Hospital del Niño Morelense, el hospital de Jojutla “Dr. Ernesto Meana San Román, el general de Jonacatepec, Ocuituco, Puente de Ixtla “Dr. Fernando R. Vizcarra”, Temixco, Tetecala “Dr. Rodolfo Becerril de la Paz”, y el Hospital de la Mujer.

Sin transparentar recursos

Además de 204 Centros de Salud ubicados en los 36 municipios del estado de Morelos; Unidades de Especialidades Médicas como el CAPA (Centro de Atención Primaria de Adicciones), Nueva Vida, CAPASITS (Centros Ambulatorios de Prevención y Atención al SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual), Cirugía Ambulatoria, CISAME (Centro Integral de Salud Mental); y el SoRID (Sobrepeso, Riesgo Cardiovascular y Diabetes Mellitus). También 11 Unidades Médicas Móviles en el igual número de municipios.

Para el año 2022, según el Presupuesto de Egresos, el Gobierno del Estado ejercerá 27 mil 144 millones de pesos, en su mayoría el recurso es proveniente de la federación, de estos, 2 mil 538 millones de pesos se aplican para los Servicios de Salud Morelos que, en 2015, mediante Decreto 824, fue creado como Organismo Público Descentralizado de la Secretaría de Salud.

Sin embargo, el presupuesto no determina cuánto es el monto que destina la dependencia para cada rubro, como nómina, mantenimiento y demás, tal como lo confirma la presidenta de la Comisión de Salud del Congreso del estado, Andrea Gordillo Vega.

La legisladora panista lamentó que “la gente se acerca y pide apoyo a diario para lo más básico que le piden en los hospitales, como son gasas, medicamentos, vacunas; en su mayoría dinero para la compra de medicamentos que no les dan en el hospital, aspectos que la misma dependencia debería cubrir”.

¿Pero por qué José G. Parres?

Trabajadores cargando a un paciente en una camilla por las escaleras del Parres destaparon la situación tan precaria que guarda el nosocomio, mismo que, de acuerdo a la Revista Visión Morelos creada por la administración del gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, fue inaugurado en 17 de febrero de 1994, iniciando cinco meses después sus operaciones.

“Este nosocomio recibió su nombre en homenaje al médico José Guadalupe Parres Guerrero (1898-1949), quien nació el 15 de diciembre de 1888 en el mineral de Real del Monte, en Hidalgo".

Se trasladó a la Ciudad de México e ingresó en la Facultad de Medicina. En 1914, deja la universidad y viajó al Estado de Morelos, incorporándose al Ejército Libertador del Sur (ELS) donde Emiliano Zapata lo comisionó para que auxiliara a los enfermos en la región de Cuautla. Tras los ataques de "Treinta" y Zacatepec, atendió a los heridos; también prestó servicios médicos en el sitio de Cuernavaca, del 1 de junio al 13 de agosto de 1914 y estableció un hospital de sangre en Cuautla. Cuando se disuelve el gobierno de la Convención, siguió como médico en Quebrantadero, Tlaquiltenango, atendiendo a los soldados del ELS. Tras el triunfo del movimiento de Agua Prieta, viajó a la ciudad de México. Álvaro Obregón lo nombró gobernador de Morelos el 10 de julio de 1920, cargo que ostentó hasta el 12 de diciembre de 1923. José G. Parres falleció el 6 de julio de 1949”, describe la revista.

Entre los servicios que ofrece son: Servicios de diagnóstico; Tratamiento de especialidades básicas; Consulta externa; Hospitalización; Laboratorio clínico y de patología; Servicios de imagenología y radiología; y Atención de urgencia.

Aplicarán auditoria

Como principal responsable del manejo de los recursos y de la posible omisión en el mantenimiento de las instalaciones, el director de los SSM, Héctor Barón Olivares, deberá comparecer en próximas fechas ante el Congreso del estado, así como entregar información a la Entidad Superior de Fiscalización (ESAF).

También dará cuenta a la Comisión de Derechos Humanos sobre la recomendación emitida.


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“En México se piensa que las construcciones son eternas”, dijo del director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) hace algunas semanas, al señalar que la falta de mantenimiento de los inmuebles es una de las principales causas de accidentes que se pueden prevenir. En los últimos días las imágenes de un elevador descompuesto en el hospital José G. Parres, en Cuernavaca, llamaron la atención de la prensa local y nacional, así como del sector salud y la ciudadanía.

Estas imágenes provocaron que saliera a la luz el estado en el que se encuentra el Hospital General de Cuernavaca “Dr. José G. Parres”, donde se observan elevadores inservibles, techos con goteras que caen en cubetas puestas de manera improvisadas, equipo de cómputo dañado por la entrada de agua de lluvia a las instalaciones; “esto es apenas la punta del iceberg”, dijo el presidente del Congreso del estado, Francisco Sánchez Zavala, haciendo referencia a las deficiencia del nosocomio que atiende a más de un millón de ciudadanos.

Del organismo descentralizado Servicios de Salud de Morelos (SSM) dependen 11 hospitales públicos en la entidad: Hospital General de Axochiapan, el Hospital General de Cuautla, el de Cuernavaca “Dr. José G. Parres, el Hospital del Niño Morelense, el hospital de Jojutla “Dr. Ernesto Meana San Román, el general de Jonacatepec, Ocuituco, Puente de Ixtla “Dr. Fernando R. Vizcarra”, Temixco, Tetecala “Dr. Rodolfo Becerril de la Paz”, y el Hospital de la Mujer.

Sin transparentar recursos

Además de 204 Centros de Salud ubicados en los 36 municipios del estado de Morelos; Unidades de Especialidades Médicas como el CAPA (Centro de Atención Primaria de Adicciones), Nueva Vida, CAPASITS (Centros Ambulatorios de Prevención y Atención al SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual), Cirugía Ambulatoria, CISAME (Centro Integral de Salud Mental); y el SoRID (Sobrepeso, Riesgo Cardiovascular y Diabetes Mellitus). También 11 Unidades Médicas Móviles en el igual número de municipios.

Para el año 2022, según el Presupuesto de Egresos, el Gobierno del Estado ejercerá 27 mil 144 millones de pesos, en su mayoría el recurso es proveniente de la federación, de estos, 2 mil 538 millones de pesos se aplican para los Servicios de Salud Morelos que, en 2015, mediante Decreto 824, fue creado como Organismo Público Descentralizado de la Secretaría de Salud.

Sin embargo, el presupuesto no determina cuánto es el monto que destina la dependencia para cada rubro, como nómina, mantenimiento y demás, tal como lo confirma la presidenta de la Comisión de Salud del Congreso del estado, Andrea Gordillo Vega.

La legisladora panista lamentó que “la gente se acerca y pide apoyo a diario para lo más básico que le piden en los hospitales, como son gasas, medicamentos, vacunas; en su mayoría dinero para la compra de medicamentos que no les dan en el hospital, aspectos que la misma dependencia debería cubrir”.

¿Pero por qué José G. Parres?

Trabajadores cargando a un paciente en una camilla por las escaleras del Parres destaparon la situación tan precaria que guarda el nosocomio, mismo que, de acuerdo a la Revista Visión Morelos creada por la administración del gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, fue inaugurado en 17 de febrero de 1994, iniciando cinco meses después sus operaciones.

“Este nosocomio recibió su nombre en homenaje al médico José Guadalupe Parres Guerrero (1898-1949), quien nació el 15 de diciembre de 1888 en el mineral de Real del Monte, en Hidalgo".

Se trasladó a la Ciudad de México e ingresó en la Facultad de Medicina. En 1914, deja la universidad y viajó al Estado de Morelos, incorporándose al Ejército Libertador del Sur (ELS) donde Emiliano Zapata lo comisionó para que auxiliara a los enfermos en la región de Cuautla. Tras los ataques de "Treinta" y Zacatepec, atendió a los heridos; también prestó servicios médicos en el sitio de Cuernavaca, del 1 de junio al 13 de agosto de 1914 y estableció un hospital de sangre en Cuautla. Cuando se disuelve el gobierno de la Convención, siguió como médico en Quebrantadero, Tlaquiltenango, atendiendo a los soldados del ELS. Tras el triunfo del movimiento de Agua Prieta, viajó a la ciudad de México. Álvaro Obregón lo nombró gobernador de Morelos el 10 de julio de 1920, cargo que ostentó hasta el 12 de diciembre de 1923. José G. Parres falleció el 6 de julio de 1949”, describe la revista.

Entre los servicios que ofrece son: Servicios de diagnóstico; Tratamiento de especialidades básicas; Consulta externa; Hospitalización; Laboratorio clínico y de patología; Servicios de imagenología y radiología; y Atención de urgencia.

Aplicarán auditoria

Como principal responsable del manejo de los recursos y de la posible omisión en el mantenimiento de las instalaciones, el director de los SSM, Héctor Barón Olivares, deberá comparecer en próximas fechas ante el Congreso del estado, así como entregar información a la Entidad Superior de Fiscalización (ESAF).

También dará cuenta a la Comisión de Derechos Humanos sobre la recomendación emitida.


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