A partir de este lunes 24 de mayo y desde aquel pasado marzo de 2020 Morelos alcanza un nivel de riesgo menor, pues al bajar a ocho puntos en el semáforo de riesgo epidemiológico el color verde es una realidad y con ello la política de “cero” restricciones enmarcadas en el Periódico Oficial Tierra y Libertad del pasado 8 de diciembre del año pasado, situación que representa un mayor riesgo que lo colocaría en una tercera oleada de contagios, como la que ya se vivió en enero de este año.
Para los investigadores de la Academia de Ciencias de Morelos (AcMor), el implementar el semáforo verde en la entidad significa un riesgo mayor ya que no existe una evidencia científica que garantice que los contagios realmente disminuyeron sino más bien se trata de una “inmunidad colectiva” que se generó a principios de año.
“Lo que es cierto es que se ha reducido el número de casos; sin embargo, es una reducción anómala en el sentido en que estamos en una circunstancia muy especial porque en enero la intensidad de la oleada fue enorme y se contagió un gran número de personas, muchos más de los datos oficiales, lo que sí podemos ver es la consecuencia que existe y que nos coloca en una inmunidad colectiva, pero esta está próxima a vencerse”, explicó Brenda Valderrama Blanco, presidenta de la AcMor.
Entre 10 o 100 veces más de las cifras oficiales pudieron haber sido los contagios en enero pasado, lo que trajo consigo que miles de morelenses adquirieran la inmunidad y la han mantenido hasta este momento “ésta tiene una fecha de caducidad y dura entre 4 y 6 meses, lo que podemos decir es que todas las personas que se contagiaron entre diciembre o enero, están por perder la inmunidad en las próximas semanas”, lo cual los coloca nuevamente en riesgo de reinfección.
Tal factor sumado al bajo porcentaje de vacunación en la población general, la cual no alcanza ni el 40 por ciento de la meta como se había establecido en un inicio, que indicaba que para mayo habría 31 millones de personas “y sólo se han vacunado 12 millones, eso nos deja muy lejos de la inmunidad de rebaño que es del 80 por ciento”.
Una tercera ola será inminente y podría ser peor o igual de intensa que la de enero pasado, considerando que es una semana de cierres de campañas políticas.
“Lo primero es que no deben regresar a la escuela por muchas razones, la primera es que no tiene sentido movilizar a millones de personas por tres semanas, que es lo que resta del ciclo escolar, la prueba piloto que se lanzó en Campeche fue un fracaso, ya se suspendieron las clases, ni siquiera comenzó la reactivación, seguramente la Ciudad de México hará lo mismo para el 7 de junio”.
Las políticas públicas para la reanudación de este sector deben considerar que el Covid-19 se mantendrá “no podemos volver hasta que todos estemos vacunados, o por lo menos los niños de 12 años hacia arriba, en donde la vacuna ya está autorizada.
Es fundamental mantener las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, evitar lugares poco ventilados y concurridos.
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