La sicología no se sólo se enfoca en el tratamiento de los trastornos mentales, el análisis del comportamiento humano en lo individual y colectivo, sino también contribuye en resolver problemas emocionales y conductuales que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas.
Las diferentes teorías y corrientes no se centran en la psique sino derivan en el bienestar físico e incluso en la prevención de enfermedades a través de promover cambios en la conducta que se reflejan en la adquisición de hábitos saludables.
Y si lidiar con nuestras propias conductas puede ser una tarea difícil en lo individual, cuando se vive en pareja, en familia, esto puede ser muchísimo más complejo. Por ello, acudir con un sicólogo es una demostración de amor propio y de interés por cerrar e iniciar nuevos ciclos en la vida.
En este sentido, la sicoterapeuta Adriana Rodríguez Flores señala que no hay que esperar a tener problemas de pareja para acudir a terapia, ya que de forma preventiva se evitan situaciones de tensión, violencia, entre otras conductas nocivas.
“Es importante llevar una terapia de pareja y hasta de familia si es que hay hijos o más familiares involucrados en los problemas, si el divorcio ya es inminente yo siempre recomiendo terapia en el proceso de divorcio y después de este para ambas personas, ya que después del divorcio también se tiene que trabajar con el duelo”.
La terapia, reitera, puede solucionar los conflictos internos que cada persona tenga consigo mismo, lo que se reflejará en el trato hacia las demás personas y en la mejora de las relaciones sentimentales.
Si bien señaló que cada vez hay más apertura de la población para acudir a terapias, dejó en claro que muchas de estas son más y mejor aprovechadas por el sector femenino pues son las mujeres quienes se muestran más abiertas y suelen tomar mejor lo que un sicólogo les recomienda.
Detalló que muchas veces por el entorno social o el que dirán los hombres no suelen acudir a terapia o ser tan abiertos en las mismas, sin embargo, se debe priorizar sanarse en su interior.
En las terapias uno se puede conocer a sí mismo, se puede idealizar y saber con exactitud qué es lo que se quiere.
Adriana Rodríguez Flores, sicoterapeuta
CONDUCTAS
Una conducta no califica el ser de una persona, por ello, con la ayuda de la sicología cualquier conducta puede modificarse e incrementar el bienestar personal, tanto en lo físico como en lo emocional.