Armados y dispuestos a luchar, así están Santiago Apóstol y San Martín Caballero, imponentes con sus espadas. La imagen de estos santos venerada por los Católicos defendió a María y a su esposo de dos sujetos que ingresaron a su negocio para intentar robar las esculturas del Niño Dios, en el mercado Adolfo López Mateos.
María Estrada Galicia es originaria de Toluca, pero aprovecha las festividades en Morelos para vender diferentes productos, de acuerdo con la época. En esta ocasión ofrece trajes de Niño Dios, que según marca la tradición se llevan a bendecir el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
Se distingue de entre sus compañeros por su amabilidad y sencillez que la caracterizan, así es María, y junto con otra joven dan prisa a la elaboración de las diferentes prendas, que venden desde 90 y 100 pesos.
María dice que el miércoles amanecieron con miedo, luego de que dos sujetos ingresaron a su local para intentar robar las esculturas del niño Dios mientras dormían, pero algo la alertó sobre lo que pasaba y despertó sin hacer ruido.
Les dije: señor estoy en tus manos, me dirigí con Santiago Apóstol, el más valiente; dije señor, tú traes tu caballo, tu arma, traes todo, estoy en tus manos y lo que tú decidas de mí, si soy para este hombre de la tierra, (los maleantes) adelante, y si soy para ti, defiéndeme con lo que más puedas y los puse a jinetear (Santiago Apóstol y San Martín Caballero) y así ellos me defendieron
Al otro día, teníamos miedo porque pensábamos que regresarían, pero aquí estamos, con vida, porque los dos valientes que los tengo de frente lucharon por nosotros; creo que nacimos para morir pero no de esa manera.
A un lado del negocio de María está I-sabel Zamorano Piedras, un comerciante que ofrece más de 50 modelos para vestir al niño Dios; los más vendidos son de ropón, abundancia, Atocha, Cofre, de las uvas y San Martín Caballero.
Isabel deja el amor y cariño que sus padres le enseñaron al elaborar cada prenda; dice que es algo especial, porque cada modelo es único. Todos los elabora con la intensión de que aquel que los compre no le falte trabajo, salud y amor por compartir.
Como cada año, el mercado más grande del estado se viste de fiesta y en el pasillo principal rumbo a la zona de frutas y verduras más de 30 comerciantes ofertan piezas alusivas a la iglesia católica. También hay locales de reparación y de acuerdo con los trabajadores desde el 20 de enero a la fecha llevan más de 76 niños reparados.
El arreglo cuesta 30 pesos, por ejemplo, si el defecto está en un dedo. Lo más caro es la restauración completa y del más grande son alrededor de 320 pesos. El local de reparación, ubicado a un costado de las fondas y peluquerías.
