Mientras para algunos niños el seis de enero es un día especial, en el cual abrir grandes regalos es algo normal, para los pequeños que habitan en los albergues cañeros, este día es casi igual a cualquier otro, ya que su alegría depende de la buena voluntad de algunas personas.
Este seis por la mañana muchos menores se levantaron más temprano de lo normal, algunos quizás no pudieron conciliar el sueño de manera rápida debido a los nervios, pero seguramente bajo sus árboles cuando se levantaron aparecieron diversos regalos de parte de los Reyes Magos, los cuales pudieron disfrutar en sus hogares, en un día de diversión, juegos, descanso, regalos y de convivencia familiar, pero hay niños para los que la fecha no significa lo mismo.
Existen también otros niños que al igual que los demás, se portan bien y saben de la fecha, sin embargo, los Reyes Magos no alcanzaron a llegar a sus hogares a dejar presentes por su buen comportamiento.
Aldo tiene ocho años y junto con su familia vive en un albergue cañero ubicado en el poblado de Casasano, su familia se dedica al corte de la caña y por ello viajó con sus padres y sus hermanos a la zona, para que su padre tuviera así una oportunidad de empleo y poder ganar dinero.
Con él, los reyes magos no llegaron, entre risas y algo de pena, platica que durante todo el año se portó bien y aunque a los a Reyes les pidió un juego de corral y una pistola de agua, simplemente no pudieron llegar.
Como Aldo, los 14 niños restantes que también viven en el albergue cañero de Casasano de la asociación Flor de Caña, tampoco recibieron regalo alguno, algunos pidieron pelotas, carritos, muñecas, unos audífonos, muñecos y demás juguetes, pero simplemente no llegaron. Al platicar con ellos, señalan que los Reyes Magos no alcanzaron a llegar a sus hogares y se preguntan el porqué, sin embargo, señalan que se seguirán portando bien en espera de que después estos seres mágicos puedan tener tiempo de visitarlos.
Por otro lado, sus madres que son quienes se quedan con ellos mientras sus papás salen a cortar la caña, señalan que no hay recursos económicos suficientes para poder comprarles algún presente, en este mismo sentido, explicaron que de parte de la asociación cañera, alguna institución pública o privada o algún gobierno tampoco tuvieron apoyo, por lo que los regalos de los niños dependerán de la buena voluntad de las personas.
Mientras tanto, los menores del albergue de Casasano de la Asociación Flor de Caña seguirán jugando entre ellos y con lo que lleguen a encontrar o adaptar como un juguete.