Cuando los pobladores de Tetelcingo fueron multados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por haber tirado la capilla de San Nicolás Tolentino, inmueble histórico construido en el siglo XVII, temieron que el Instituto los abandonara en el proceso de reconstrucción. Dicho temor, hasta ahora, se ha hecho realidad.
A un año del sismo del 19 de septiembre, en la víspera de la fiesta patronal más importante de Tetelcingo, realizada en honor a Cristo Rey, los pobladores aseguran que ningún funcionario del INAH ha visitado el lugar, en tanto, los escombros siguen ahí.
"Ya hizo un año y nada, la fiesta ya está encima de nosotros porque el apoyo nunca va a llegar", lamentó Rolando Bollera Barrera, uno de los pobladores que intentan construir un techo en el patio de la capilla a marchas forzadas, el cual pueda albergar a las personas que visitarán la fiesta de Tetelcingo, en la que se agradece por buenas cosechas.
Los pobladores señalaron que el INAH les prohibió retirar el escombro, a consecuencia de la demolición que hicieron. "Ahorita no nos dejan tocar nada, y la fiesta ya está cerca otra vez", agregó.