Mientras las misas dedicadas al Señor de Tepalcingo se realizan en la capilla temporal, edificada en la calle Benito Juárez de la cabecera municipal de Tepalcingo, trabajadores contratados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) continúan restaurando el emblemático santuario, conocido a nivel mundial por su belleza barroca.
"Se estuvo trabajando a marchas forzadas, pero no quedó listo para esta ocasión, pero el próximo año ya va a quedar listo", dijo el presidente municipal, Jesús Juan Rogel Sotelo.
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Desde el sismo del 19 de septiembre de 2017, los pobladores de Tepalcingo, que veneran la imagen de Jesús Nazareno y el tercer viernes de cuaresma celebran una feria que reúne a millones de personas en el centro del pueblo, edificaron una capilla inicialmente con carácter temporal, que con el paso del tiempo se fue embelleciendo cada vez más y hoy es toda una parroquia. A unos pasos, el santuario aguarda la última etapa de su proceso de reconstrucción.
Historia del Santuario de Tepalcingo
El santuario fue edificado entre los años 1759 y 1782, época de la que data su fachada, que se perfila como una de las muestras del barroco más admirables de Morelos y el país. Muestra un Cristo crucificado, así como miríadas de santos, querubines, ornamentos vegetales y distintos adornos elaborados con argamasa.
De acuerdo con el presidente municipal, la feria de Tepalcingo, que inició este primero de marzo y durará diez días, espera la visita de más de dos millones de peregrinos, siendo la más grande de Morelos y la segunda más grande del país, posicionándose únicamente por detrás de la feria de San Marcos, de Aguascalientes.
