Tras una historia de más de 130 años, la máquina de vapor 279, también conocida como el tren escénico de Cuautla, vive hoy uno de sus peores momentos, pues pese al uso que se le ha dado para escenificar telenovelas y series, la maquinaria presenta señales de sabotaje, afirmó Enrique López Márquez, responsable de la última revisión realizada a los restos del ferrocarril.
Desvalijada
En noviembre de 2016, el presidente municipal de Cuautla solicitó a Enrique López, en su calidad de Secretario de Elecciones y Remociones de la Coalición de Socios Ferrocarrileros Jubilados, A. C. que inspeccionara la máquina para "dictaminar las condiciones operativas en las que se encuentra, y de ser posible, el funcionamiento de la Caldera", según el Oficio/PM/863 enviado por la Oficina de la Presidencia y firmado por el alcalde.
Como resultado de la revisión, el equipo de López Márquez conformado por personal jubilado de diferentes especialidades de la empresa Ferrocarriles Nacionales de México en Liquidación, encontró que a la máquina le faltaban piezas, entre las que destacan cinco tapones Flus en bronce de su caldera, necesarios para su encendido y chequeo de piezas internas; zapata y contrazapata del sistema de freno en la rueda No. 3 del lado izquierdo, con faltantes; mangueras desconectadas; un compresor de aire para su encendido que ya no funciona; un cuarto de herramientas cerrado, así como falta de combustible, mantenimiento, conservación y limpieza de todas las partes.
Un diagnóstico desgarrador, tratándose de una pieza histórica y uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, que fue entregado al presidente en junio de 2017 y que cuenta con vigilancia permanente.
"Nosotros vemos que, aparte de que está desvalijada, está saboteada", dijo.
Es una declaración fuerte, ¿no?
"Sí, claro, así lo hacemos nosotros y asumimos la responsabilidad", confirmó.
Una historia triste
La línea ferroviaria de Cuautla quedó fuera de operación en octubre de 1973, y desde entonces, la historia de la máquina 279 ha sido una serie de eventos desafortunados, algunos más que otros.
Estando fuera de servicio, la locomotora fue a dar a un depósito de chatarra. Así lo confirma el oficio enviado por el Club Amigos del Ferrocarril a Luis Gómez, director general de Ferrocarriles Nacionales de México en 1980, a quien se le solicitó ayuda para recuperar la máquina del Campo de Concentración de Chatarra de Huehuetoca, Estado de México, así como sus coches de vía angosta.
En aquel entonces, el objetivo era "que puedan ser reparadas y se les entreguen en condiciones de servicio para operar un tren turístico", según se lee en el documento fechado el 20 de junio de aquel año.
El proyecto del tren turístico inició en una primera etapa, recordó Enrique López, pero la falta de interés de las autoridades municipales devino en su extinción. Eventualmente, la máquina de vapor volvió a funcionar para dar pequeños recorridos turísticos, cada vez más cortos y con menor frecuencia, hasta que fue recluida en el taller de reparación, donde aún se conserva.
El Museo Vivencial
La adaptación del taller de reparaciones de la máquina 279 en un museo vivencial, transformación ocurrida en 2014 con la responsabilidad de la sindicatura municipal, implicó sacrificios. Durante la conversión de los vagones originales en salas de museo, tres de los cuatro originales fueron destruidos y reconstruidos a imagen y semejanza. Para hombres como Enrique que vivieron los últimos años de gloria del ferrocarril tradicional en México, el estado actual de la máquina de vapor es lamentable, porque es una imitación de lo que originalmente era.
"A esa máquina se la va a acabar la gente ajena a la historia y la cultura del lugar, ya está muy cerca de ese punto si es que no se toman medidas", lamentó.