Si te gusta salir a correr o buscas un lugar agradable para pasear a tus mascotas, hay un lugar en Cuautla que ofrece un camino repleto de naturaleza, con bellas vistas al río, mucha sombra y aire fresco y que, por si esto fuera poco, está abierto al público. Se trata, ni más ni menos, del andador de la ribera del río Cuautla, un camino que inicia cerca del puente de San Pedro Apatlaco, en los límites con Ayala, y que termina en el puente Carlos Pacheco, al otro lado de la Unidad Deportiva.
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El trayecto, que puede iniciar desde cualquiera de sus dos extremos, tiene una longitud de aproximadamente un kilómetro y medio, con vistas que vale la pena detenerse a apreciar a ambos lados del camino. Es frecuentado, sobre todo, durante las primeras horas del día y al caer la tarde, por corredores, dueños de mascotas e incluso algunos ciclistas.
“No cabe duda de que es uno de los lugares más bonitos de Cuautla. Yo vengo aquí desde hace años, y han sido varios perritos los que he traído a pasear”, dice el historiador y escritor Rafael Vázquez Chávez, autor de la obra de teatro “Los Sitiados”, a quien encontramos en el camino disfrutando del paisaje junto a sus dos perritas.
Refugio de especies endémicas
El andador de la ribera del río Cuautla está integrado a la zona de conservación ecológica Los Sabinos-Santa Rosa-San Cristóbal. Ello ha llevado a que varios grupos ambientalistas, artísticos y de defensa del patrimonio concentren sus esfuerzos en protegerlo contra la contaminación y la inseguridad, con jornadas de limpieza constantes y la identificación de la flora y fauna que coexisten en el hábitat.
Prueba de ello es el parque del hoy llamado “rectángulo verde”, un jardín en el que se instalaron algunos de los juegos rescatados del parque municipal que se encontraba a espaldas de la clínica del IMSS, donde se instalaron varias placas que muestran las especies endémicas del área natural, entre ellas la carpita morelense y el caballito del diablo, en lo que se refiere a peces; el pájaro playero alzacolita y la garcita verde, en lo que se refiere a aves; y el ahuehuete y el amate amarillo, dos de los árboles que pertenecen a este hábitat, entre otros.
Durante una buena parte del año es posible, además, apreciar a la garza blanca, que llega desde Norteamérica buscando un clima cálido y que, durante el día, reposa en las aguas del río mientras se alimenta. Por las tardes, las garzas vuelan hacia la barranca de Santa María, en la colonia Otilio Montaño, para pernoctar.
¿Cómo preservar el corredor?
Si acostumbras a visitar este lugar o piensas hacerlo próximamente, no olvides ser responsable durante tu visita.
De preferencia, lleva contigo una bolsa para recolectar los desechos o las heces de tu mascota, respeta los juegos instalados en el parque del “rectángulo verde”, disfruta de tu paseo y recuerda que esta es una de las zonas naturales mejor preservadas de todo Cuautla.