Organizaciones de activistas en Morelos calificaron el primer año del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo como negativo y una calificación reprobatoria para el titular del ejecutivo. A un año de la toma de protesta son magros los avances y son escasos o nulos los resultados, dijo el vocero de la CIDH, José Martínez Cruz, que incluso se puede decir que el 2019 es un año fallido para los morelenses.
Los activistas consideraron que particularmente en tres rubros existe un saldo negativo de la administración estatal, primero es la evidente división de los poderes de Estado; el Legislativo con el Judicial y el Ejecutivo Local con los Ayuntamientos, especialmente con la capital Cuernavaca.
Por ello a 365 días de días del cambio de administración el gobierno estatal se ha caracterizado por la falta de resultados al no encontrar la fórmula para contener los índices delictivos, al igual que la Alerta de Violencia de Género decretada hace cinco años atrás, sigue vigente con mujeres victimizadas, al igual que no hay una estrategia de investigación para dar con el paradero de las persona desaparecidas.
Martínez Cruz, dijo que a un año del desastre que significó Graco Ramírez, y de la grave la crisis de gobernabilidad, hoy en el gobierno de Blanco Bravo "existe una situación muy delicada que debe ser analizada a la luz de las necesidades de la población".