Considerado como un sitio que fortalece la identidad de todo un municipio, el Cerro del Chumil, en Jantetelco, suele recibir a turistas y deportistas, pero pocas veces ha sido objeto de una jornada de reforestación como la que se llevó a cabo el pasado fin de semana, cuando integrantes del ejido de Jantetelco sembraron más de 50 árboles en el camino que conduce al lugar.
De acuerdo con Leonel Aragón, comisariado ejidal de Jantetelco, se trató de un total de 56 plantas que fueron sembradas en el camino que conduce hacia el cerro, el cual es visible desde otros municipios de la región, incluso desde la cima del cerro de El Tepozteco, en Tepoztlán. La acción, relató, responde a la necesidad de cuidar del medio ambiente:
La reforestación es muy importante porque entre más árboles haya, más oxígeno tendremos
Aralias, tabachines, parotas y ceibas fueron las especies que se sembraron en la jornada que se realizó el fin de semana, a la que asistieron alrededor de 20 personas integrantes del ejido. Si bien una semana antes se lanzó una invitación para que los corredores y los pobladores se unieran a la reforestación, el comisariado ejidal señaló que la participación final se limitó a los integrantes de este grupo de campesinos de la región.
Cerro del Chumil, identidad de Jantetelco
Para los habitantes de Jantetelco, el Cerro del Chumil, también conocido como “Cabeza de Mono”, es mucho más que un enorme montículo de tierra: ahí está su historia, su identidad y su sentido de pertenencia al pueblo en el que viven.
"Se siente hermoso que vayas a un lugar y el cerro se vea a lo lejos. Para nosotros representa mucho, nos vemos reflejados en él, es un orgullo, y lo mejor de todo es que podemos subirlo a la hora que queramos”, describe Betsabé Eldai Domínguez, habitante del municipio y quien también participó en la jornada de reforestación.
La jornada se llevó a cabo en estos para aprovechar la temporada de lluvias y permitir que los árboles se desarrollen de forma natural.
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